De campeón a equipo vulnerable: ¿qué cambió en Platense del Apertura al Clausura?

El “Calamar” pasó de levantar su primera estrella a luchar por entrar a playoffs, con un nuevo cuerpo técnico, bajas sensibles y la defensa más goleada de la zona B. Ante Atlético Tucumán busca una reacción.

Ronaldo Martínez es el goleador del Clausura con siete tantos. Ronaldo Martínez es el goleador del Clausura con siete tantos.
02 Octubre 2025

Platense atraviesa una transición difícil. Apenas unos meses atrás se consagraba campeón del Apertura y estampaba la primera estrella en su escudo. Era un momento histórico, cargado de ilusión y reconocimiento. El Clausura, sin embargo, lo encuentra en una situación muy distinta: fuera de la zona de playoffs, con números preocupantes en defensa y en medio de un proceso de reconfiguración deportiva e institucional.

Mañana, desde las 19, el “Calamar” tendrá un desafío mayúsculo en el Monumental, cuando visite a Atlético. El cruce cobra relevancia porque ambos equipos comparten la necesidad de sumar puntos que los acerquen a la clasificación. Platense llega en el 10° lugar con 10 unidades -aunque con un partido menos-, pero arrastra una estadística alarmante: es el equipo más goleado de la zona B, con 13 tantos en contra, dos más que el “Decano”.

El quiebre

El primer gran cambio que sufrió Platense tras el Apertura fue la salida de los entrenadores Favio Orsi y Sergio Gómez. La dupla había quedado grabada en la historia por llevar al club a la conquista de su primer título en la era profesional, pero el 11 de junio anunciaron, por motivos personales, el final de su ciclo. El club les dedicó palabras de agradecimiento y los elevó al lugar de próceres de su historia reciente.

La partida obligó a un viraje inmediato y Cristian “Kily” González fue elegido para encabezar la nueva etapa. El exentrenador de Unión y Rosario Central firmó contrato hasta diciembre de 2026 y, en su presentación, marcó el desafío. “Busco un equipo protagonista. El fútbol no te deja relajarte. Que el éxito no te confunda. Es muy difícil sostener el prestigio, pero ese es el objetivo”, dijo.

La transición, sin embargo, no fue sencilla. Cambiar un cuerpo técnico tras un logro histórico no solo implica una nueva idea de juego, sino también una reconfiguración de liderazgos dentro del vestuario. El Clausura mostró rápidamente esas tensiones: resultados irregulares, errores defensivos y un equipo que todavía no logra asimilar por completo la propuesta de su nuevo entrenador.

Modificaciones

El plantel campeón sufrió bajas sensibles y recibió refuerzos que aún no terminan de consolidarse. Entre las altas, llegaron jugadores con proyección como Marcos Portillo (Talleres), Felipe Bussio y Benjamín Bosch (ambos de Vélez), y Mauro Luna Diale (desde Rusia). Incorporaciones pensadas para darle frescura al mediocampo y alternativas ofensivas, pero que todavía no se tradujeron en un salto cualitativo.

En paralelo, se produjeron bajas relevantes: Tobías Cervera regresó a Rosario Central, el arquero Juan Pablo Cozzani fue a préstamo a Arabia Saudita y Vicente Taborda -una de las figuras del Apertura- partió al Panathinaikos de Grecia. Esta última transferencia, en especial, dejó un vacío creativo que Platense no consiguió llenar. A eso se sumaron préstamos de jóvenes como Santiago Postel, Juan Pablo Pignani y Fernando Juárez, que redujeron opciones de recambio.

El club, de todos modos, blindó patrimonio: Ignacio Vázquez renovó hasta 2028, y Ronaldo Martínez -el goleador del torneo con siete tantos- extendió su contrato hasta 2027, con la compra del 50 % de su pase. El paraguayo es, hoy, el principal sostén ofensivo de un equipo que perdió solidez colectiva.

Después de la consagración Platense retomó los entrenamientos el 17 de junio con una parte intensa en Mar del Plata. Sin embargo, no disputó amistosos oficiales antes del Clausura, lo que limitó la adaptación del grupo a la nueva propuesta del “Kily” González. Esa falta de rodaje previo puede explicar, en parte, el inicio dubitativo del torneo.

Equipo vulnerable

La comparación entre el Apertura y el Clausura es inevitable. El Platense campeón se destacaba por su solidez defensiva, su disciplina táctica y su capacidad de aprovechar momentos clave. En cambio, la versión actual muestra grietas: es el equipo más goleado de su zona y apenas logró una victoria en las últimas fechas, frente a Defensa y Justicia en la jornada 8.

La irregularidad defensiva contrasta con la eficacia ofensiva de Martínez, que sostiene la ilusión con goles, pero que no alcanza para equilibrar un funcionamiento desajustado. La sensación es que Platense perdió la contundencia que lo llevó a la gloria y todavía busca reencontrar su identidad.

El duelo de mañana aparece como un punto de quiebre. Para el “Calamar”, significa la oportunidad de acercarse a los puestos de clasificación y recuperar confianza. Para el “Decano”, es una chance de ampliar distancia sobre un rival directo.

Comentarios