Cada vez más personas eligen alternativas naturales para mantener su hogar limpio. Al tiempo de ser más saludable, la alternativa de usar productos industriales costosos o con químicos agresivos es también mucho más económica, algo que se potencia en tiempos de crisis como los que atraviesa el país. La reacción química que se produce cuando se mezcla bicarbonato de sodio y agua oxigenada se pone al tope de este tipo de soluciones caseras.
Esta combinación se destaca por su capacidad de eliminar suciedad, desinfectar superficies y blanquear ropa. ¿Qué aporta el bicarbonato? Es un abrasivo suave, ideal para remover suciedad incrustada sin dañar superficies. Una bolsita de 50 gramos, en los supermercados, se consigue por unos $ 500.
¿Y el agua oxigenada? El líquido tiene propiedades antimicrobianas y blanqueadoras. Las presentaciones de 100 milímetros tienen un costo base de $1000.
Los detalles
Lograr una consistencia adecuada para su uso exitoso es importante. Debe obtenerse una pasta homogénea, fácil de aplicar, un buen parámetro comparativo es con la solidez del dentífrico. Una medida recomendable, aunque es mejor la percepción, es de tres partes de bicarbonato y una de agua oxigenada de 10 volúmenes.
En las juntas y azulejos, al ser un espacio tan estrecho, un cepillo de dientes viejo es lo mejor para frotar suavemente y enjuagar. En la ropa blanca, se debe disolver dos cucharadas en un balde con agua caliente, dejar las prendas en remojo por 30 minutos y luego lavar normalmente.
Mucho menos tiempo lleva el tratamiento sobre los utensillos de cocina. La pasta debe cubrir el elemento durante cinco minutos y ser enjuagado para el para eliminar bacterias y restos de alimentos.
En las tablas de picar y recipientes se aplica para eliminar olores y desinfectar y en los cepillos de dientes 10 minutos bastarán para una limpieza profunda.
Simple, económico y efectivo es el combo que ofrece la dupla bicarbonato de sodio-agua oxigenada para mantener el hogar brillante.







