El calendario litúrgico recuerda hoy a San Francisco de Asís, una de las figuras más queridas y universales del cristianismo, patrono de los animales, de la ecología y fundador de la Orden Franciscana. Su ejemplo de vida sencilla, de amor a la naturaleza y de servicio a los más pobres sigue inspirando a creyentes y no creyentes en todo el mundo.
Francisco nació en Asís, Italia, en 1182, y en su juventud renunció a las riquezas de su familia para entregarse al Evangelio. Fundó la Orden de los Hermanos Menores (franciscanos), a la que luego se sumaron las clarisas y la tercera orden seglar. Fue canonizado en 1228, apenas dos años después de su muerte, y su figura trascendió lo religioso para convertirse en un símbolo de paz, humildad y fraternidad universal.
Además de San Francisco de Asís, el santoral del 4 de octubre recuerda a otros santos y beatos, entre ellos: San Pedro de Barsabas y compañeros mártires, San Amando de Burdeos, San Quintín de Turón, San Aurea de París y el beato José de la Cruz. Cada uno de ellos testimonia, a su manera, la fidelidad a la fe y el compromiso con los valores del Evangelio.







