Arsenal de Sarandí, de campeón de la Sudamericana al descenso a la B Metropolitana
El "Viaducto", que supo ganar títulos internacionales y nacionales en la primera parte del siglo, perdió la categoría tras caer ante Deportivo Madryn y volverá a la tercera división del fútbol argentino después de 33 años.
Arsenal perdió frente a Deportivo Madryn y descendió a la B Metropolitana.
El fútbol argentino volvió a mostrar su cara más dura. Arsenal de Sarandí descendió a la Primera B Metropolitana luego de caer 2-1 frente a Deportivo Madryn, resultado que, sumado al triunfo de Güemes y al empate de Almagro, selló su suerte en la Primera Nacional.
La derrota no solo significó un nuevo golpe para el "Viaducto", sino que marcó el final de una historia de 33 años sin pasar por la tercera categoría. Una realidad que contrasta de forma brutal con los años de gloria que supo vivir el club del sur bonaerense en la primera parte del siglo XXI.
De la gloria internacional al derrumbe
Parece mentira, pero han pasado menos de dos décadas desde aquel equipo de Gustavo Alfaro que conquistó la Copa Sudamericana 2007, el título internacional más importante en la historia de Arsenal. Esa consagración, obtenida ante América de México, lo posicionó en el mapa del continente y le dio identidad a un club que había llegado a Primera en 2002.
El envión se trasladó también al ámbito local: en 2012 logró el Clausura, luego la Supercopa Argentina 2012 y la Copa Argentina 2013, un período que lo consolidó como uno de los animadores inesperados del fútbol argentino.
Un presente oscuro
El presente muestra a Arsenal como el último equipo de la Zona A en la Primera Nacional, con apenas 31 puntos y a tres de la salvación, cuando resta una fecha por disputarse. La temporada fue marcada por la irregularidad, la falta de jerarquía y los cambios constantes, que lo llevaron a un destino temido pero cada vez más cercano.
Con el descenso consumado, el "Viaducto" deberá afrontar la Primera B Metropolitana, un torneo al que regresa tras más de tres décadas y que representa un golpe histórico para un club que alguna vez se dio el lujo de codearse con los más grandes del continente.
Arsenal pasó de tocar el cielo con las manos en 2007 a sufrir el peso de la realidad en 2025. De la Sudamericana a la B Metropolitana, un viaje vertiginoso que resume como pocos la imprevisibilidad del fútbol argentino.







