DISPUTADO. El clásico de Avellaneda fue demasiado trabado en la segunda mitad. Foto tomada de La Nación.
El clásico de Avellaneda volvió a mostrar toda su carga de intensidad, aunque esta vez faltaron los goles. Racing e Independiente empataron 0-0 en el "Cilindro", en un partido que tuvo un primer tiempo con más emociones y un complemento marcado por la imprecisión.
La "Academia" arrancó mejor y generó las primeras situaciones claras, con movilidad y profundidad. Sin embargo, de a poco el "Rojo" se acomodó en el campo y logró emparejar el desarrollo, hasta terminar la etapa inicial con más protagonismo.
En el segundo tiempo, las mejores ocasiones fueron para el equipo de Gustavo Quinteros, quien debutaba oficialmente como entrenador de Independiente. Su equipo mostró orden y se animó a ir hacia adelante, aunque careció de precisión en los metros finales.
Tras unos 30 minutos de meseta, en los que abundaron los despejes, los pases imprecisos y la falta de peligro, el partido tuvo su momento decisivo en el cierre. En la última jugada, Pablo Galdames quedó mano a mano con Facundo Cambeses, pero su remate salió desviado en una acción increíble que lamentó junto a todos sus compañeros.
El empate dejó gusto a poco para ambos. Racing se quedó sin la contundencia que mostró en otros partidos y el Independiente de Quinteros sumó un punto que no alcanza a disimular la chance desperdiciada en el final.






