El jueves, Patricio Albornoz rindió un parcial en la facultad y luego jugó frente a la Reserva de Platense Gentileza PUCAT.
El jueves amaneció como cualquier otro día para Patricio Albornoz, pero terminó siendo imposible de olvidar. Desde temprano, el arquero de 25 años tenía en la cabeza una doble misión: primero aprobar un parcial exigente de su carrera universitaria, y después defender con uñas y dientes el arco de la Reserva de Atlético. El orden de los hechos resultó perfecto: un 10 en Marketing por la mañana y un arco invicto por la tarde en el Monumental.
“Pato”, tercer arquero de la Primera y con gran protagonismo en el equipo de Hugo Colace, vive un presente especial. Se mueve entre dos mundos que a menudo parecen irreconciliables: el del fútbol profesional y el del estudio académico. “Arranqué la mañana con la cabeza puesta en un parcial, que era bastante duro, y después a la tarde tenía que venir a la cancha para jugar el partido”, recuerda. “El foco no se pierde en lo futbolístico ni en lo académico. Fue un día redondo, de 10”, dijo.
La vida universitaria
Albornoz cursa la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Siglo XXI, en la modalidad virtual. Su elección no fue azarosa; su madre trabajó siempre en el área de finanzas y administración, y su tío, que vive en Chile, dirige una empresa. “De ahí vino la influencia. Me interesó mucho ese mundo y, más allá del fútbol, lo pienso como un futuro camino laboral”, explica.
El parcial de Marketing que rindió ese jueves no era cualquier examen. Había dedicado varias semanas a preparar la materia, con sesiones diarias de estudio bastante extensas. Muchas veces lo hace acompañado por su madre, a quien le faltaron apenas tres materias para recibirse de ingeniera.
“Ella me ayuda mucho en la parte práctica, sobre todo en matemática y estadística. Yo había dejado pasar mucho tiempo sin estudiar y volver a agarrar el ritmo cuesta, pero con su ayuda lo voy llevando muy bien”, cuenta.
Ese esfuerzo se vio reflejado en la calificación: la máxima nota, un 10. Una victoria personal que le dio serenidad antes de cambiar el cuaderno por los guantes y enfilar hacia 25 de Mayo y Chile.
El arco en cero
El rival de la tarde fue Platense, en una nueva fecha del torneo Clausura de la Copa Proyección. El “Decano” es uno de los protagonistas (y grata revelación) del torneo, y está concretando una de las mejores campañas de su historia. Albornoz fue el dueño del arco y respondió con seguridad. Atlético se impuso 3-0, mantuvo la cima de las posiciones y cerró una jornada feliz para todos.
“Lo futbolístico y lo académico se complementan. Estudiar me centra, me ordena. Nosotros tenemos mucho tiempo libre y la cabeza se puede ir para cualquier lado. A mí me hace muy bien tener otra cosa en qué enfocarme, además del fútbol”, reflexiona.
El valor del estudio
Para “Pato”, combinar libros y fútbol no debería ser una rareza, aunque reconoce que todavía lo es. “No es habitual que un futbolista estudie, pero yo creo que se debería esparcir más. Te ayuda a liberar la cabeza, porque pensar sólo en fútbol te quema. Hay que tener la mente en varias cosas sin perder el foco. Muchos chicos deberían animarse a estudiar”, aconseja.
El arquero sostiene que el hábito del estudio también se refleja en la cancha: le da paciencia, capacidad de concentración y disciplina. “Al final todo suma. Lo importante es rendir, en la cancha y en la facultad. No quiero elegir entre una cosa u otra, quiero las dos”, dice convencido.
El empuje de un grupo
Más allá de su rendimiento individual, Albornoz subraya la importancia del equipo. “Este grupo se entrena todos los días con mucho compromiso. Yo bajo a veces desde Primera y veo el esfuerzo que hacen. Me pone muy contento por ellos y por Hugo, que es un técnico que trabaja mucho. Estamos haciendo una campaña histórica y gran parte del mérito es del grupo que empuja desde afuera también”, remarca.
El apoyo de los hinchas es otro capítulo de esta historia. “Sentimos siempre ese respaldo. Aunque algún partido no haya salido bien, la gente nunca dejó de alentar. Para nosotros no es presión, al contrario, nos empuja a dar más”, afirma.
El cierre perfecto
El jueves de Albornoz terminó con la misma intensidad con la que empezó: con satisfacción. Un parcial aprobado con excelencia, un arco en cero, tres puntos fundamentales y un liderazgo que entusiasma.
“Estoy muy contento por todo lo que viví”, insiste. Y quizás, en esa frase sencilla, se encierra lo que significa para él este presente: la certeza de que la disciplina y la pasión, dentro y fuera de la cancha, pueden convivir y empujar hacia lo más alto.






