MÁS PREMIOS PARA LOS CAMPEONES. Además del viaje a Villa Carlos Paz para todo su curso, Lautaro Miguel y Javier Francisco Yanguez se llevaron varios electrodomésticos, como ventiladores, tostadoras y pavas eléctricas. FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL
Ese viaje interminable desde Monteros hasta la Capital. El agobio de tantas horas de estudio, y tan pocas de sueño. El calor de las luces del estudio. Las manos transpiradas por los nervios. Los delantales blancos, impolutos y recién planchados. Y la incertidumbre que los envolvió hasta la última pregunta. Todo eso quedará en el recuerdo de Lautaro Miguel y Javier Francisco Yanguez, que ayer se convirtieron en héroes y llevarán a todo su curso de la Escuela Normal Superior Teniente Julio A. Roca a Villa Carlos Paz.
“Sentíamos que íbamos a ganar. Hemos estudiado, yo creo que más que nadie; estos días prácticamente hemos vivido para el estudio. Y más que nada fue Dios, él nos dio mucha fuerza, mucha esperanza, motivación y nos ayudaba constantemente”, expresa Javier, minutos después de la consagración. Su compañero le da la razón: “Dios nos dio la señal de que estaba ahí, nos mostró el futuro y la verdad que estamos muy felices y agradecidos con él por lo que hemos logrado, todo se lo dedicamos a Dios”. No solo eso, sino que le hicieron una promesa a la Virgen de la Merced y ahora irán a entregarle aquella moneda 10 centavos que los acompañó desde el primer día, guardada en el bolsillo del delantal, la de la suerte.
“Nos gusta estudiar”
Ambos sostienen que no es casual que las tres escuelas que llegaron a la final hayan sido monterizas. “Esto habla muy bien de Monteros, se nota que los otros chicos también estudiaron. Se podría decir que a los monterizos nos gusta estudiar, y que también somos muy inteligentes”, dicen, e intercambian miradas cómplices.
Hablando de estudios, Lautaro cuenta que cuando termine la secundaria quiere seguir la carrera de Historia, como su mamá. Su amigo, en cambio, tiene otras aspiraciones: “Me gustaría ser presidente, pero antes quisiera ser gobernador de Tucumán. ¿Te imaginás? Estaría muy bueno eso”, confiesa, entre risas. Entonces su compañero se sube al sueño y agrega: “Bueno, entonces yo podría ser delegado, ¿por qué no?”. Y aprovechan el momento para enviarle un mensaje al gobernador Osvaldo Jaldo: “Hoy lo que más queremos es ir a conocer la Casa de Gobierno”. ¿Será que cumplirán también ese sueño?
Próxima parada, Carlos Paz
Cualquiera pensaría que ahora todas las energías están puestas en programar el viaje a Carlos Paz, pero Lautaro suelta una carcajada y advierte que antes hay otras prioridades: “En mi cabeza principalmente está ahora la necesidad de dormir diez horas, ocho, algo...”.
Javier coincide con él y agrega que la siguiente misión es conseguir apoyo para sumar a los otros finalistas, los que no pudieron llegar, a esa aventura. “Estuvimos hablando y los queremos llevar sí o sí, algo vamos a hacer seguro con nuestras mamás. Esos chicos se lo merecen mucho también”, afirma, demostrando que además de grandes ganadores son agradecidos y solidarios.
APLAUSOS Y EMOCIÓN. La Ministra de Educación y el Intendente de Monteros presenciaron la gran final. FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL
Más allá del entusiasmo por el premio, ambos consideran que lo más valioso que se llevan es el conocimiento. “Esa es la verdadera recompensa. Ahora que sé todo lo que sé, valoro el triple de cosas y siento el orgullo de ser de Tucumán”, asegura Lautaro. Su compañero le da la razón. Ninguno puede dejar de sonreír. Hablan mientras sus madres, compañeros y profesores los rodean, ansiosos por darles un abrazo. El clic de las fotos y los flashes de las cámaras los convierten en celebridades por una tarde. Demasiadas emociones para dos adolescentes de 16 años que viajaron desde el interior tucumano y se retiran con un sueño cumplido. Ahora, ¡a disfrutar!
El ganador de “Sí, es verdad, lo dice LA GACETA” presenció la final
La emoción de un recuerdo que volvió a cobrar vida se hizo sentir anoche en la final de “Enseñame Tucumán”. Luis Ruiz Torres, primer ganador del histórico certamen “Sí, es verdad, lo dice LA GACETA”, fue invitado especial de una jornada que unió pasado y presente en el estudio de LG Play. 46 años después, el abogado y productor agropecuario revivió la experiencia que lo marcó para siempre.
En 1979, LA GACETA, junto al Ministerio de Educación y la Secretaría de Cultura, puso en marcha un concurso televisivo de preguntas y respuestas sobre la independencia argentina. Destinado a alumnos de 6° y 7° grado, el ciclo se convirtió en un fenómeno que alcanzó picos de audiencia en su final del 22 de julio de ese año. Ruiz Torres, entonces un niño de 11 años de la escuela Mitre, se llevó el premio mayor: un viaje a Miami y el reconocimiento de toda la provincia.
“Volver 50 años atrás”
“Siento mucha emoción y alegría, es como volver 50 años atrás”, expresó al ser consultado sobre su presencia en la final de “Enseñame Tucumán”. Con la mirada atenta en los participantes, agregó: “Veo el entusiasmo de los chicos, la predisposición de todos para superarse. Esto es muy bueno para nuestra juventud y para nuestro futuro”.
El ex campeón destacó los puntos en común entre el certamen de 1979 y el actual. “Encuentro similitudes en el grado de preparación y en la responsabilidad con la que afrontan todo. Creo que el entusiasmo por la educación no se ha perdido, al contrario, hoy está más presente que nunca. Me gusta que el diario impulse estas iniciativas para los jóvenes”, afirmó.
Confesó que la invitación era un reconocimiento. “En aquel momento lo viví con mucha emoción. Pasaron muchos años y todavía hay gente que me reconoce por haber ganado. Me marcó en la vida”, señaló.
El mensaje para los finalistas
Antes de despedirse, Luis dejó un mensaje a los estudiantes. “Les digo que sigan adelante. Esta instancia implica cumplir con una gran responsabilidad. El resultado depende un poco de los nervios y del azar. Lo más importante es que todos ya ganaron con llegar hasta aquí”, concluyó.







