EL SUEÑO ARGENTINO. El futuro de Colapinto podría reabrir las puertas del Gálvez a la Fórmula 1.
La posibilidad de que la Fórmula 1 regrese a la Argentina volvió a instalarse en la agenda internacional con un condimento inesperado: la continuidad de Franco Colapinto en la máxima categoría. Según reveló el periodista británico Joe Saward en su blog especializado, el futuro del Gran Premio de Buenos Aires estaría atado al presente del joven piloto argentino en Alpine.
Durante el último fin de semana en Bakú, se confirmó la extensión del contrato de Azerbaiyán hasta 2030, aunque solo por cuatro años más, a diferencia de otros circuitos que aseguran su lugar por una década. Esta decisión abre la puerta a cambios en el calendario, ya que la Fórmula 1 mantiene conversaciones con distintas sedes interesadas en albergar la competencia a partir de 2027.
Spa-Francorchamps y Barcelona alternarán sus carreras en el calendario, y se proyecta que en 2027 y 2028 queden al menos dos vacantes disponibles. Entre los candidatos aparecen Arabia Saudita, Tailandia, Corea, Portugal, Sudáfrica… y también Argentina.
El factor Colapinto
De acuerdo con Saward, la chance de que la Fórmula 1 vuelva al Autódromo Oscar y Juan Gálvez depende casi exclusivamente de que Colapinto conserve su butaca en 2026. Alpine atraviesa un proceso de reconstrucción que no tendrá resultados inmediatos, pero la permanencia del piloto argentino podría ser el anclaje que necesita Buenos Aires para entrar en la negociación.
“Argentina dependerá casi por completo de si Franco Colapinto logra mantenerse en la grilla en 2026. Si eso ocurre, podríamos volver a Buenos Aires”, escribió el británico.
El contexto acompaña los rumores. El autódromo porteño ya está en remodelación y, de hecho, Buenos Aires tiene previsto recibir al MotoGP en 2027. Ese mismo año se perfila como clave en la reestructuración del calendario mundial, con la Fórmula 1 buscando sedes de importancia estratégica fuera de Europa.
La idea de sumar un segundo Gran Premio en Sudamérica cobra fuerza: Brasil tiene garantizado su lugar, y Argentina aparece como un complemento de alto valor para la expansión regional.
Por ahora se trata de un escenario en construcción, pero la sola mención de la posibilidad ya sacudió al ambiente. Que Buenos Aires vuelva a albergar a la Fórmula 1 después de más de dos décadas dependerá, en buena medida, de lo que logre Franco Colapinto con Alpine en los próximos dos años.
El futuro del automovilismo argentino podría tener en el joven piloto su llave de acceso a la máxima cita mundial.







