DEMOGRAFÍA ARGENTINA. Los datos de Argendata revelan que el país no superará los 50 millones de habitantes y que los adultos mayores ya representan más del 12% de la población. / GOOGLE
La poblacional argentina cambió de forma en apenas un siglo. Lo que antes era una base ancha de niños y adolescentes hoy se achicó, mientras que los adultos mayores se multiplicaron. Según datos de Argendata, plataforma de la fundación Fundar, la tasa de fecundidad descendió a 1,36 hijos por mujer en 2023, la cifra más baja de la historia nacional.
El estudio también proyecta que el país no superará los 50 millones de habitantes en las próximas décadas. El crecimiento poblacional se frenó y, al mismo tiempo, la esperanza de vida se amplió, dando lugar a una sociedad que envejece de manera sostenida.
POBLACIÓN ARGENTINA. La comparación entre 1869 y 2025 muestra cómo se redujo la proporción de menores de 20 años y creció el grupo de adultos mayores. / ARGENDATA
Un país que dejó de ser joven
En 1869, más de la mitad de los argentinos tenía menos de 20 años. Hoy ese grupo apenas llega al 30% de la población. Al otro extremo, los mayores de 65 pasaron del 2% en aquel censo a más del 12% en la actualidad.
El informe asocia la baja natalidad a varios factores: más años de estudio, acceso a métodos anticonceptivos y nuevas decisiones de planificación familiar. El resultado es visible: las familias tienen cada vez menos hijos y la pirámide poblacional ya no crece desde abajo, sino que se ensancha en la parte superior.
De la región a Europa
En 1950 la Argentina estaba a la vanguardia regional en transición demográfica. Sin embargo, hoy se ubica detrás de varios países europeos. La edad mediana nacional es 13 años menor que la de España, lo que marca que el envejecimiento avanza más lentamente, aunque la fecundidad ya cayó a niveles similares a los de ese país.
Mientras buena parte de América Latina mantiene tasas de natalidad más altas, la Argentina se acerca a patrones de Europa: familias pequeñas, menos nacimientos y una población adulta en expansión.
COMPARACIÓN DEMOGRÁFICA. Argentina tiene una edad mediana 13 años menor que la de España, pero registra una fecundidad en niveles similares. / ARGENDATA
Los efectos ya se sienten
El cambio no es solo estadístico. Con menos nacimientos, las escuelas deberán adaptarse a una matrícula en descenso. En el mercado laboral, la fuerza de trabajo se achicará con el paso de las décadas, mientras crece la cantidad de personas que llegan a la edad de retiro.
El informe de Argendata advierte que esto pondrá presión sobre los sistemas de pensiones, salud y cuidados. Más adultos mayores implican más demanda de recursos y de políticas específicas para este grupo etario.
Según Fundar, comprender este escenario es clave para anticipar cómo impactará en la vida cotidiana y en las políticas públicas.







