Trump desató la polémica: qué dice la ciencia sobre el paracetamol en el embarazo
Aunque declaraciones recientes reavivaron temores al vincularlo con el autismo, no hallaron relación causal. Médicos y profesionales de salud insisten en que el verdadero riesgo es no tratar la fiebre o el dolor en la madre.
Embarazo: ¿es seguro el analgésico?
El paracetamol es uno de los analgésicos más indicados para embarazadas. No obstante, las recientes declaraciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien lo vinculó con un mayor riesgo de autismo, reactivó una polémica que la mayor parte de la comunidad médica no avala. ¿Qué dice la ciencia y por qué los médicos aún recomienda su uso en dosis adecuadas?
En declaraciones a LA GACETA el psiquiatra neurodivergente Julio Rodríguez Aráoz, neurólogo, es categórico. “No existe evidencia científica que avale que hay una relación directa entre el uso de paracetamol en el embarazo y el incremento de los casos de autismo”, explica.
El médico afirma que durante el embarazo, los medicamentos se administran con precaución, siempre en las dosis mínimas necesarias y por el menor tiempo posible.
“En este contexto, el paracetamol (también llamado acetaminofén) es el fármaco de elección para tratar la fiebre o el dolor, ya que se ha demostrado que el riesgo de no tratar un cuadro febril puede ser más peligroso para la madre y el feto que el medicamento en sí”, agrega.
Rodríguez Aráoz remarca que los estudios que señalan una posible relación entre paracetamol y autismo son de asociación, no de causalidad. “No es lo mismo decir que dos fenómenos ocurren juntos que decir que uno es causa del otro”, indica.
Al respecto el médico desglosa que en estudios de asociación habría una relación entre la toma de paracetamol e incremento de los casos de autismo, pero esta no es la causa del incremento del espectro”, -aclara y remarca- además son estudios que tienen muestras muy bajas, es decir que se hicieron con muy pocos niños y en condiciones que muchas veces son de dudosa credibilidad científica.
La evidencia más sólida proviene de un estudio sueco publicado en 2024 en la revista JAMA, que analizó los datos de 2,5 millones de niños y no encontró diferencias en la incidencia de autismo entre aquellos expuestos prenatalmente al paracetamol y aquellos que no.
“La verdad es que no se encontró alguna clase de relación ni de causalidad de ningún tipo entre el consumo de paracetamol y el incremento de los casos de autismo. Entonces, hoy por hoy podemos decir que no existe evidencia para relacionar a estos dos factores”, concluyó.
Así y en sintonía con lo que expresa el médico, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomienda que las embarazadas usen paracetamol en la dosis más baja posible, por el menor tiempo necesario y con la menor frecuencia.
Cuándo tomar precauciones: medicamentos con riesgos
La fiebre durante el embarazo puede aumentar el riesgo de parto prematuro y afectar el bienestar del feto. Por eso, los especialistas coinciden en que debe tratarse de inmediato. Aunque de todas formas sí existen medicamentos como la aspirina y el ibuprofeno, que están desaconsejados en el último trimestre por sus efectos adversos en el feto.
Estudios médicos señalan que los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) -entre ellos el ibuprofeno y el naproxeno- actúan inhibiendo la producción de prostaglandinas. En el feto y la placenta, las prostaglandinas cumplen roles clave como la de mantener la función renal fetal y la permeabilidad del ductus arteriosus (un vaso que conecta la circulación pulmonar y la sistémica en del bebé). Por ello, la inhibición de prostaglandinas por AINE puede provocar dos problemas principales:
• Cierre prematuro del ductus arteriosus, que tiene como consecuencia hipertensión pulmonar persistente del recién nacido y compromiso hemodinámico.
• Disfunción renal fetal oligohidramnios. Esto es la disminución del líquido amniótico, que puede condicionar problemas de desarrollo y parto.
Además, los AINE tienen efecto antiplaquetario relativo que aumenta el riesgo de sangrado materno y pueden reducir las contracciones uterinas, con posible impacto en el trabajo de parto.
Por esos motivos las agencias sanitarias recomiendan evitarlos en la segunda mitad del embarazo y, con mayor fuerza, en el tercer trimestre. Y estas afirmaciones respaldan los estudios que demuestran que el paracetamol, usado de forma responsable, es seguro en el embarazo.
No activar alarmas: cómo explicar con claridad
Cuando aparecen noticias que involucran medicamentos usados de manera masiva, como el paracetamol en el embarazo, o anuncios sobre nuevas terapias para niños con autismo, la reacción es inmediata: preocupación, expectativa y, muchas veces, temor. Las redes sociales se llenan de debates, los grupos de WhatsApp de madres y padres hierven de preguntas y la necesidad de respuestas claras se vuelve urgente.
La psicóloga especialista en niñez y adolescencia, Emilia Gil insiste en que la cautela es fundamental. “Cuando aparecen noticias sobre nuevos tratamientos, es natural que se generan expectativas en las familias. Todavía se necesitan más estudios que confirmen los beneficios, determinen los posibles riesgos y definan con claridad en qué casos puede ser útil”, señala.
Mientras tanto, sostiene que la mejor manera de acompañar a las personas es con información transparente que evite cualquier falsa expectativas. “Siempre es importante, cuando hablamos de administración de medicamentos, tener una adecuada evaluación médica en cada caso particular. Cada persona es única, y los apoyos más valiosos son aún los que combinan lo educativo, lo terapéutico, lo emocional y lo social. Las novedades científicas pueden ser un aporte, pero siempre deben analizarse con prudencia”, sostiene
Cecilia López, también psicóloga especialista en infancias, coincide en que el modo en que se transmiten estas noticias es tan importante como el contenido mismo: “Es importante comunicar con responsabilidad; no para sembrar miedo, sino para dar calma y claridad”.
“La ciencia investiga de manera constante, y lo que hoy aparece como una posibilidad aún necesita muchas comprobaciones”, dice.











