NICOLE BECKER
La sostenibilidad ha pasado a ser un motor estratégico para el desarrollo de las empresas. Representa un salto cualitativo con respecto a las políticas de responsabilidad social. Se trata de una acción integral que atraviesa de manera vertical, horizontal y transversal a toda la empresa. Abarca desde la planificación estratégica hasta las operaciones diarias de rutina.
Para asumir este desafío se necesita valor y compromiso. Estas características sólo pueden estar presentes en un liderazgo positivo. Y, como sucede en muchos casos, son mujeres las que reúnen estos requisitos, se arremangan y ponen manos a la obra.
El mundo está cambiando. Los mercados con mejores niveles de ingreso y mayor sofisticación ya no se conforman con la garantía de provisión de servicios y productos de calidad a un buen precio. Han comenzado a colocar bajo la lupa criterios tales como las emisiones de carbono, las huellas de agua, el compromiso social con el entorno y la protección al medio ambiente a la hora de evaluar una oferta y dar el sí o el no.
Atender la sostenibilidad en todo el circuito genera, entonces, mejoras en la competitividad y desarrolla nuevas oportunidades de mercado. Además, incrementa un valor intangible pero que también se sopesa a la hora de abrir la puerta a un producto o servicio: la reputación.
Modelo de negocios
Ante este nuevo desafío, cuatro mujeres argentinas han tomado la posta para reformular y transformar distintas unidades operativas. El fin es dotarlas de mayor eficiencia, reducir sus costos y generar nuevas fuentes de ingresos ante requerimiento creciente de bienes ecoeficientes en la demanda global.
Una de ellas es María Taratuty, Directora de Sostenibilidad y Comunicación Estratégica de la firma nacional London Supply Group. La empresa opera en rubros estratégicos como duty free shops, zonas francas y terminales portuarias y aeroportuarias, entre otras unidades de negocio. Con una larga trayectoria en solidaridad y acciones de responsabilidad social, recientemente ha incorporado la sostenibilidad como eje central de su gestión.
“Trabajar en sostenibilidad requiere tener una mirada integral del negocio, revisar procesos, interpelar a nuestros líderes, hacer preguntas incómodas, intervenir en la toma de decisiones. Queremos que London sea una compañía sostenible en todos los ejes y ese es mi desafío y mi compromiso.”, relató Taratuty.
Natalia Giraud es otro caso. Como Directora de Comunicaciones y Asuntos Corporativos de Unilever Cono Sur, se ha transformado en una figura clave en la implantación de iniciativas de sostenibilidad en la región.
NATALIA GIRAUD
Su principal desafío es la transición hacia la energía renovable y las prácticas agrícolas más responsables. Fue quien destacó en público el acuerdo con MSU Green Energy para usar energía solar al 100 % en las plantas de Argentina. Ha sido vocera de proyectos de agricultura regenerativa junto al INTA y programas de plastic packaging más sustentable.
“En 2010, Unilever definió que la sustentabilidad iba a ser nuestro ADN. Hoy, el negocio no sólo sigue creciendo, sino que además reduce costos y riesgos. Siempre decimos que, como compañía, tenemos dos opciones: ser la causa del problema o ser parte de la solución. Unilever está en el segundo grupo hace más de 15 años”, expresó Giraud.
El póker de mujeres argentinas líderes en sostenibilidad lo completan Nicole Becker y Vanesa Vázquez.
Vanesa Vázquez
Becker es activista climática y embajadora juvenil de UNICEF Argentina. Participó repetidamente en las conferencias COP representando a la juventud del país. Es reconocida como referente en la lucha ambiental y fue una de las fundadoras de Jóvenes por el Clima Argentina.
Vázquez es Gerenta de Impacto Positivo, Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad en Cervecería y Maltería Quilmes. Lleva más de dos décadas en la empresa impulsando la integración de la sostenibilidad al negocio.
Este nuevo escenario muestra con claridad que el liderazgo femenino no solo está abriendo caminos, sino también marcando el rumbo hacia modelos empresariales más conscientes, eficientes y con propósito. Desde diferentes sectores, estas mujeres demuestran que integrar la sostenibilidad al corazón del negocio no es una tendencia, sino una estrategia real de transformación, competitividad y futuro.







