Comprar en cuotas o pedir un préstamo puede parecer una solución, pero a largo plazo puede traer problemas financieros.
Hacer un pago con tarjeta de crédito parece sencillo en el momento, pero a largo plazo puede resultar en un perjuicio para las finanzas personales. Lo mismo sucede con los préstamos que en principio se plantean como soluciones urgentes a grandes necesidades, pero que al momento de pagar se vuelven eternos y poco prácticos para la economía del hogar y el día a día.
En cada ocasión que surge la oportunidad de contraer una deuda, es indispensable pensar si es necesario o no. Pero, en el momento exacto en que se presenta la posibilidad de hacer la compra o contraer el préstamo, es difícil decidir si no se tienen en cuenta antes algunos parámetros. Tener una guía se vuelve entonces fundamental.
Uno de los miembros de Mensa –la organización internacional de personas superdotadas–, el empresario y tecnólogo Santiago Bilinkis, compartió una serie de puntos a considerar antes de endeudarse. Se trata de un planteo que tiene algunas preguntas y que ayudan a determinar con qué vale la pena endeudarse y con qué no.
¿Contraer una deuda o no?
En primer lugar, Bilinkis plantea una polaridad. Para él, existen cosas por las que vale la pena endeudarse y otras por las que no. Entre estas últimas, señala el simple consumo: endeudarse solo por tener algo más, algo nuevo, no es viable. Pero, del otro lado, hay compras o adquisiciones que sí ameritan generar una deuda.
Bilinkis sostiene que sacar un préstamo –en referencia a contraer una deuda, en general–, es válido si eso genera un respaldo para el mismo préstamo. Ejemplifica que si se compra algo que permitirá gastar menos en otros aspectos, como una casa o un auto para trabajar, es válido. Lo mismo sucede si se trata de una herramienta, una máquina o una capacitación que permitirá incrementar los ingresos. “Todo lo demás es pan para hoy, deuda para mañana”, sentencia categórico.
Un segundo punto a tener en cuenta son las reservas que debe tener cada persona y que son indispensables. “Si vivís sin presupuesto, sin fondo de emergencia y sin meta a futuro, todo lo que hacés es reaccionar, apagar incendios, sobrevivir”, explicita. Para estos casos en que las personas no tienen una previsión, no es suficiente gastar menos, sino que hay que cambiar la estructura y ordenar la base de capital.
Seis puntos para mejorar tus finanzas
Si tu capital de base no está ordenado, necesita un ajuste. Por eso Bilinkis propone seis puntos que toda persona debe tener en cuenta para mantener un patrimonio ordenado, que rinda y que no requiere del endeudamiento constante más que para cosas indispensables.
En primer lugar, Bilinkis plantea que toda persona con ingresos debe aprender al menos lo básico del funcionamiento del dinero, como pequeñas inversiones, ingresos, egresos y presupuestos. En segundo lugar, dice que hay que plantear metas realistas que le den sentido al esfuerzo. Se trata de establecer objetivos claros que se alineen a la capacidad de ingreso de cada persona. En este sentido, la tercera propuesta es tener un presupuesto ya que permite saber a qué está destinado el dinero.
En otro orden sostiene que hay que generar un fondo mínimo de reserva que te proteja cuando haya episodios imprevistos para que no generen la necesidad de endeudarte. Pero, si ya tenés deudas, la cuarta propuesta es armar un plan, ya sea para pagar o para generar más ingresos, que te permita salir de esa situación. La quinta y última idea es aprender a protegerte de fraudes y estafas capacitándote con prestadores oficiales como bancos o financieras reconocidas.








