Javier Milei, en la Sociedad Rural Argentina.
Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), habló este martes sobre el reciente anuncio del Gobierno nacional sobre la eliminación temporaria de retenciones para el agro, medida que estará vigente hasta el 31 de octubre. Si bien valoró el impacto inmediato en los precios y reconoció que el campo “abraza” cualquier baja de impuestos, fue claro al señalar que la decisión no responde a una mejora estructural para el sector, sino a una necesidad urgente del Ejecutivo.
“Sabemos que no lo hicieron por nosotros, lo hicieron por ellos. No lo hicieron por amor, sino por necesidad”, expresó en una entrevista con radio Rivadavia de Buenos Aires.
Pereda explicó que la medida fue sorpresiva y no fue consultada con el sector: “Nos enteramos cuando se anunció. Fue diseñada así para generar un impacto inmediato en los mercados”. Aseguró que el objetivo del gobierno libertario fue provocar un shock en las liquidaciones para ingresar dólares con rapidez. “Es una medida de emergencia. El campo, por supuesto, lo recibe bien, pero lamentamos que sea algo temporal”.
El efecto inmediato en los precios fue contundente: “Tuvimos un salto del 25% en la soja desde el viernes hasta el lunes. Pasó de alrededor de U$S 300 a más de U$S360”, destacó Pereda. Sin embargo, advirtió sobre las consecuencias negativas a futuro: “Esto genera una gran oferta en muy poco tiempo y eso va a tener un impacto. Además, los beneficios no siempre llegan al productor, muchas veces quedan del lado del exportador”.
Pereda fue crítico con la naturaleza transitoria de la medida: “Te dan una zanahoria y después te la quitan. Y eso deja un sabor amargo”. Aseguró que este tipo de decisiones, si no se sostienen en el tiempo, pueden generar efectos contraproducentes: “La especulación sobre cuándo liquidar va a estar más presente que nunca. Si después del 31 de octubre se termina, el productor que vendió ahora se va a sentir castigado”.






