Recuerdos fotográficos: 1890. La plaza La Madrid en El Bajo

En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.

Recuerdos fotográficos: 1890. La plaza La Madrid en El Bajo

Esta antigua foto de la esquina de la avenida Benjamín Aráoz y Avellaneda-Sáenz Peña muestra el uso que tenía a fines de la década de 1890 El Bajo, zona que era el paso obligado hacia los ingenios del Este. En “La ‘Calle Ancha’ ” (23/06/1994) Carlos Páez de la Torre (h) publicó esta imagen, gentileza de la señora Marta de Cippitelli, que luego fue reproducida en la “Memoria de una ciudad entrañable” de LA GACETA. Los tucumanos disfrutaban a fines del siglo XIX de un nuevo espacio en la urbe, que tradicionalmente había terminado en la “calle de ronda” (la Sáenz Peña), límite de la vigilancia policial, a cuyo este comenzaban las quintas.

Pero la instalación de la estación de trenes del Central Norte en la década de 1870 le dio nueva dimensión. En 1877 se amojonó la nueva plaza, llamada “Constitución”, y en 1895, por el centenario del general Gregorio Aráoz de La Madrid, se la amplió para que ocupase una manzana completa y se la rebautizó con el nombre del prócer. “En 1901, rodeada por una cadena (para que no ingresasen los animales), ya tenía sus canteros y avenidas interiores”, cuenta Páez de la Torre en “La plaza de la Terminal” (14/12/1991). En el sector sur, lindante con la estación de tren, se estacionaban los carruajes a caballo para llevar y traer pasajeros.

Su uso fue cambiando con la era del ómnibus, ya que allí llegaban los colectivos de la campaña para los que llegaban a la urbe y los que hacían combinación con el tren. Había movimiento constante de pasajeros y de vendedores ambulantes. A tal punto que se construyó dentro de la misma plaza la terminal de ómnibus, inaugurada en 1963, que funcionaría allí hasta su traslado en los años 90.

Así, la plaza desapareció. La estatua de Gregorio Aráoz de La Madrid, que había sido erigida para recordar algo de él en la estación terminal en 1963, fue trasladada al parque 9 de Julio en 1977.

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