Cómo es la historia de "Belén", la tucumana que inspiró la película de Dolores Fonzi
Dolores Fonzi vuelve al cine y, esta vez, en su faceta como directora para revivir una historia tan conmovedora como controvertida: la de la joven tucumana que fue encarcelada tras sufrir un aborto espontáneo y que se convirtió en un símbolo del movimiento por el derecho a decidir en Argentina. La película en cuestión se llama "Belén", ya está en los cines argentinos y además fue preseleccionada para los Premios Oscar.
Belén fue el seudónimo que la abogada Soledad Deza eligió en 2016 para preservar la identidad de una joven que pasó dos años en la cárcel tras sufrir un aborto espontáneo en un hospital de San Miguel de Tucumán y que hubiese pasado varios más de no haber sido por una apelación que revelaba las inconsistencias e irregularidades de la causa y que le dio visibilidad mundial.
De qué trata "Belén", la nueva película de Dolores Fonzi
La película, que Fonzi coescribió junto a Laura Paredes, está inspirada en el libro Somos Belén, de Ana Correa, con prólogo de Margaret Atwood. La protagonista, interpretada por Camila Pláate, es una joven que llega de urgencia al hospital con fuertes dolores abdominales y termina detenida tras un aborto espontáneo.
En el guion, Fonzi encarna a Soledad Deza, la abogada tucumana que asumió su defensa, mientras que Paredes interpreta a una de sus colegas. El elenco se completa con figuras como Luis Machín, Julieta Cardinali y César Troncoso, además de talentos tucumanos que aportan realismo y frescura a la trama.
El film ya está en los cines, antes de competir en el Festival de San Sebastián y de estrenarse en Amazon Prime Video. Además, es una de las cuatro precandidatas de la Academia de Cine de la Argentina para competir por el Oscar a la mejor película internacional. Según Fonzi, la idea fue construir una obra que funcionara tanto como drama judicial como relato humano sobre la solidaridad y el activismo.
El caso de la tucumana que inspiró la nueva película de Dolores Fonzi
El 21 de marzo de 2014, “Belén”, de 25 años, ingresó al Hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán aquejada por intensos dolores abdominales. Allí tuvo una hemorragia y fue sometida a un legrado. Poco después, sin entender del todo lo que pasaba, fue acusada de haberse practicado un aborto y de haber matado al bebé.
Las pruebas en su contra resultaban débiles: no hubo peritajes concluyentes ni análisis de ADN. Aun así, recibió una condena de ocho años de prisión y permaneció casi 900 días detenida. Gracias al trabajo de la abogada Soledad Deza y a la presión ejercida por organizaciones feministas, el caso se reabrió.
Con el tiempo, su historia se convirtió en bandera del movimiento que luego impulsaría el Ni Una Menos y la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, que finalmente se aprobó en 2020. En ese contexto de movilización, Belén recuperó su libertad y quedó como un símbolo de la lucha de los cuerpos gestantes.
Qué es de la vida de "Belén" hoy
Desde su absolución, Belén optó por resguardar su intimidad. Mantiene el anonimato como una forma de protegerse ella y a su familia, aunque su experiencia sigue presente en charlas, libros y espacios académicos.
En la actualidad lleva una vida lejos de la exposición pública, marcada todavía por el estigma. No brinda entrevistas ni participa de eventos, pero su nombre ficticio continúa siendo recordado en manifestaciones, universidades y debates sobre derechos reproductivos.








