PANORAMA DE LA EDUCACIÓN 2025. Quienes completaron una licenciatura en el país cobran hasta un 75% más que quienes sólo terminaron la secundaria. / ARCHIVO LA GACETA
Muchos aseguran que no hace falta estudiar para “tener éxito”. Pero, en la Argentina, el título universitario sigue siendo una ventaja clara en cuanto a ingresos, según el informe Panorama de la Educación 2025 de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
El estudio publicado el 9 de septiembre indica que quienes alcanzan un nivel terciario o universitario en el país ganan mucho más, y tienen menos posibilidades de quedar desempleados que aquellos que sólo completaron la secundaria.
Los datos muestran que en 2023 los ingresos promedios de los trabajadores con educación superior fueron el 63% mayores que los salarios de los que sólo tenían secundaria completa. La brecha es aún mayor en los casos de posgrado, donde los ingresos se multiplican hasta por 2,5 en comparación con la secundaria.
Aunque el informe fue publicado por la OCDE, los datos sobre la Argentina provienen de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del Instituto de Estadística de la Unesco.
Sobre el empleo y el desempleo
En cuanto al empleo, la diferencia también es clara. En 2024, la tasa de empleo de adultos con título superior alcanzó el 88%, frente al 70% de quienes no habían terminado la secundaria. Entre jóvenes de 25 a 34 años, la cifra fue la misma: 88%.
El desempleo también refleja esta brecha: fue del 6% entre universitarios, mientras que escaló al 14% en los que no completaron la secundaria. Incluso se registró una mejora: entre 2019 y 2024, el desempleo de jóvenes sin secundaria cayó al menos seis puntos porcentuales.
EL GRÁFICO. Esta es la evolución de las tasas de desempleo para los jóvenes de 25 a 34 años con secundaria incompleta, secundaria completa y educación terciaria o universitaria en Argentina. / OCDE, PANORAMA DE LA EDUCACIÓN 2025.
La brecha universitaria
El estudio también advierte sobre la desigualdad: los jóvenes de hogares más favorecidos tienen muchas más posibilidades de llegar a la universidad que aquellos de contextos vulnerables.
En 2023, solo el 26% de jóvenes adultos de familias con menor nivel educativo tenía un título universitario, frente al 70% en hogares con mayor nivel educativo. Las barreras financieras y el limitado apoyo académico dificultan la progresión de estos estudiantes.
Inversión pública por estudiante
En la Argentina, además, la inversión pública por estudiante está entre las más bajas de los 45 países analizados. Esta problemática se agrava ante los recientes recortes presupuestarios en educación vigentes desde diciembre de 2023, y confirmados por el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario del año pasado.
Según datos previos a estos ajustes, el país se ubicaba en el puesto 39 de 45 países en inversión por estudiante, destinando U$S 4.448 en primaria y secundaria, cifra similar a China y Brasil, pero muy inferior a países como Suiza o Corea.
UNA COMPARACIÓN CON 45 PAÍSES. Argentina se ubica entre los 7 países con menor inversión educativa. / OCDE, PANORAMA DE LA EDUCACIÓ 2025.
Otro dato particular es que el gasto público por estudiante en educación superior es menor que en la educación obligatoria, con U$S 3.329 invertidos en educación superior en comparación con un promedio de U$S 15.102 en países de la OCDE
Los datos muestran que estudiar todavía hace la diferencia. El título no es un pasaporte automático al éxito, pero sí una llave que abre más puertas. Lo que hace la diferencia son los conocimientos y habilidades adquiridos en ese camino, desde competencias digitales hasta lectura, escritura y resolución de problemas.







