“Nunca hay que minimizar los pedidos de ayuda”: una especialista explicó cómo funciona la línea de asistencia al suicidio

Lucila Ale, psicóloga y coordinadora de la Línea 135, advirtió que los signos de riesgo suicida nunca deben ser ignorados.

11 Septiembre 2025

Lucila Ale, psicóloga y coordinadora de la Línea 135 de asistencia al suicidio y emergencias en salud mental, brindó detalles a LA GACETA sobre el funcionamiento del servicio gratuito que atiende las 24 horas en la provincia y destacó la importancia de detectar señales de riesgo a tiempo.

“La línea funciona con guardias de psicólogos y psicólogas especializados en emergencias en salud mental. Pueden llamar desde cualquier parte de la provincia, tanto pacientes como familiares, o incluso profesionales de la salud que necesiten acompañamiento en una situación crítica”, explicó.

La especialista señaló que en muchos casos las llamadas provienen de familiares alertados por mensajes en redes sociales o estados de WhatsApp. “Los profesionales evaluamos el riesgo, realizamos una primera contención telefónica y, si es necesario, coordinamos un traslado con el 107 a una guardia hospitalaria”.

Ale advirtió que los intentos de suicidio pueden presentarse tanto de manera impulsiva como tras un proceso más prolongado de señales y mensajes previos. “Nunca hay que minimizar frases como ‘no quiero vivir más’, ‘soy un peso para ustedes’ o conductas como regalar objetos valiosos o publicar mensajes de despedida. Siempre son pedidos de ayuda y hay que prestarles atención”, remarcó.

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Consultada sobre las edades más frecuentes en las llamadas, precisó. “Recibimos consultas de todas las edades, pero el grupo de mayor riesgo en este momento es de jóvenes entre 19 y 25 años. También recibimos llamados de menores, y en esos casos buscamos rápidamente el contacto con un adulto responsable”.

La psicóloga aclaró que los factores que conducen a una crisis suicida son múltiples. “No hay una sola causa. Hay problemáticas familiares, vínculos violentos, el impacto de las redes sociales, la soledad y también factores socioeconómicos que generan desesperanza. Todo esto influye y se acumula hasta que aparece un desencadenante”.

Finalmente, agradeció la posibilidad de visibilizar la problemática. “Es fundamental hablar del tema de manera responsable y derribar mitos. Nunca hay que subestimar un pedido de ayuda. La línea está disponible para toda la comunidad, todos los días, a toda hora”.

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