El delegado episcopal de Educación, sobre el caso de la niña hospitalizada: “Como todo sistema tenso, se quiebra en el más frágil”
El delegado episcopal de Educación, Daniel Nacusse, reflexionó sobre el caso de la alumna de nueve años que permanece internada tras un intento de suicidio vinculado al bullying, y advirtió sobre la necesidad de un abordaje integral que involucre a toda la comunidad educativa y social.
“Lo primero que tenemos que decir es que es un fenómeno muy complejo, que tiene muchas variables. Es peligroso pensar que existe una única causa o una única solución. Tenemos que aprender a resolverlo comunitariamente”, señaló a LA GACETA.
Para Nacusse, el problema excede a la escuela y debe analizarse en el contexto de una sociedad atravesada por la violencia y la desconfianza. “Sentimos a veces que en este tema hay una mirada de desconfianza de parte de la familia sobre las escuelas. Además, el hiperindividualismo y las redes sociales generan en los chicos una profunda sensación de soledad, porque no encuentran alguien que los escuche bien”.
En ese marco, destacó el rol clave de la comunicación dentro de las instituciones educativas y con las familias. “Las escuelas hacemos mucho, pero documentamos muy poco. Necesitamos elevar nuestros niveles de comunicación formal y escrita, y generar climas de confianza”.
El delegado episcopal aclaró también la importancia de fortalecer la figura de los tutores y los equipos de orientación, que hoy se encuentran sobrecargados. “Un tutor tiene apenas un par de horas semanales para atender a un curso. Si nos interesa la vida y la salud psíquica de los chicos, necesitamos más recursos y más tiempo destinado a ese acompañamiento”, planteó.
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Respecto de la prevención, compartió experiencias concretas en colegios parroquiales donde los propios estudiantes alertaron a los adultos frente a señales de riesgo en sus compañeros. “Es fundamental que los chicos salgan de la indiferencia y se conviertan en protagonistas de mediación y construcción de paz”.
Finalmente, el referente educativo pidió al Estado mayor flexibilidad para habilitar jornadas institucionales destinadas a trabajar sobre convivencia y salud emocional. “Hoy esto es una urgencia en la escuela. La vida de nuestros chicos es urgente. Como todo sistema tenso, se quiebra en el más frágil, y tenemos que construir entre todos una red de contención más fuerte”, concluyó.







