La jornada de este lunes fue cuesta arriba para el gobierno de Javier Milei, luego de la dura derrota en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires. Con el 47% de los votos, el peronismo agrupado en Fuerza Patria (FP) se impuso sobre La Libertad Avanza (LLA), con el 33%, lo que significó un golpe directo a las aspiraciones del oficialismo nacional de consolidar su gestión.
El ministro de Economía nacional, Luis Caputo, salió a hablar la noche del domingo en un intento por disipar dudas en el mercado y sostener la hoja de ruta del gobierno libertario. “Nada va a cambiar ni en lo fiscal, ni en lo monetario y cambiario”, aseguró. En su cuenta de la red social X, fue aún más tajante: “Nada va a cambiar en lo económico”.
Sin embargo, el mensaje no alcanzó para contener el impacto pocas horas después. En el plano financiero, Morgan Stanley, uno de los principales bancos de inversión internacionales, publicó un informe en el que decidió dar marcha atrás con su recomendación de compra de activos argentinos. La sugerencia, emitida apenas una semana atrás, fue retirada ante el nuevo escenario político. “Cerramos nuestra recomendación de comprar en la reciente debilidad”, indicaron.
Si bien el banco extranjero reconoció que los precios actuales son más bajos que los de días atrás, consideró que el riesgo político pesa más en este momento. “También reiteramos nuestra postura favorable”, afirmaron, aunque aclararon que la curva de crédito se está aplanando y eso afectará particularmente a los bonos de corto plazo, que podrían rendir peor a pesar de su menor duración.
En el informe, Morgan Stanley también señaló que en las próximas semanas se espera una política monetaria más restrictiva, con el Gobierno nacional intentando sostener la estabilidad cambiaria “a toda costa” hasta las elecciones, consignaron distintos medios del país.
El banco no descartó que el tipo de cambio se acerque al techo de la banda cambiaria, lo que forzaría al Banco Central (BCRA) a vender reservas, en línea con lo pactado con el FMI. A su vez, anticiparon que el Tesoro podría intervenir también, como lo ha anunciado el mismo Gobierno.
De cara al cierre del año, el informe advirtió que los resultados electorales aumentan la probabilidad de un escenario bajista, con reversión de reformas, deterioro de la confianza del mercado y mayor dificultad para acceder a financiamiento externo. Los bonos podrían caer hasta ocho puntos respecto al cierre del viernes, con precios promedio en torno a los U$S56.
El mercado
En un contexto de incertidumbre política y tensión cambiaria, el dólar cerró la jornada con una marcada dispersión entre las distintas cotizaciones.
En el segmento mayorista, que actúa como referencia para las operaciones comerciales y financieras, la divisa cerró a $1.409, con un aumento de $54. Pese al retroceso, no se habrían detectado intervenciones oficiales a lo largo de la rueda.
Por su parte, el dólar oficial minorista llegó a escalar hasta $70 (5%) y tocó los $1.450. Luego “recalculó“ y cerró la jornada en $1.425 en el Banco Nación. En otras entidades, se desafió el esquema de bandas de flotación y llegaron a ofrecer dólares a través del “homebanking” a $1.470, aunque con el correr de las horas ajustaron el precio y terminaron el día en torno a $1440, consignó el diario “La Nación”.
El dólar tarjeta cerró en $1.852. En la plaza informal, el dólar “blue” se negoció en las cuevas de la city porteña a $1.355 para la compra y $1.385 para la venta, en línea con la tendencia de cautela de los últimos días.
En el ámbito financiero, el dólar MEP (o Bolsa) cotizó a $1.433,30 y el Contado con Liquidación (CCL) se ubicó en $1.441,3, con una brecha del 2,3% frente al mismo tipo de cambio de referencia, según el diario “Ámbito”.
Las acciones argentinas que cotizan en Nueva York registraron inusuales pérdidas de hasta más de 24%. La mayores bajas correspondieron a los bancos, que ya venían siendo los más castigados en el último tiempo por sus flojos balances.
El S&P Merval en pesos se hundió 13,3% a 1.732.923,77 puntos, mientras que en dólares se desmoronó un 16,4% a 1.201,71 puntos, el nivel más bajo en 13 meses. El riesgo país superó durante la jornada la barrera de los 1000 puntos básicos.











