Los bikers y la ruta 9: un problema con solución, pero sin respuestas

El accidente que sufrió Hernández puso en agenda otra vez un recurrente reclamo de ciclistas y diferentes agrupaciones en la ruta 9

Los bikers y la ruta 9: un problema con solución, pero sin respuestas
08 Septiembre 2025

La ruta Nacional 9 en Tucumán volvió a acaparar la escena por un accidente vial. José “Cheo” Hernández fue atropellado el martes pasado a la altura de Los Nogales y volvió a poner sobre la mesa una discusión que Tucumán arrastra desde hace años: la falta de condiciones seguras para quienes usan la bicicleta, ya sea como medio de transporte, como actividad recreativa o como disciplina deportiva. El siniestro ocurrió en un tramo crítico, a la altura de la empresa Trapani, donde los ciclistas deben convivir con vehículos pesados y automóviles que circulan a gran velocidad.

El camino hacia El Cadillal, de unos 25 kilómetros, es uno de los preferidos por los bikers para entrenar o salir en grupo, y al mismo tiempo es uno de los más peligrosos. La Ley Nacional de Tránsito prohíbe circular en bicicleta por autopistas y rutas sin condiciones adecuadas de seguridad, y en esa zona los carteles advierten explícitamente que está prohibido hacerlo. Sin embargo, la falta de una alternativa real empuja a los ciclistas a utilizar ese corredor, aun con el riesgo permanente de sufrir un accidente.

Matías Galindo, integrante de la organización Meta Bici, la situación evidencia la necesidad de dar respuestas urgentes. “Esto es algo que nosotros venimos planteando desde hace mucho, y al mismo tiempo vemos que en los últimos meses se puso en agenda tanto la necesidad de infraestructura ahí, como también la prohibición de andar en bici por ese lugar”, explica. Esa visibilidad tuvo como efecto una disminución en la cantidad de ciclistas que usan la ruta, aunque no eliminó el problema de fondo. “Creo que desde entonces hay mucha menos circulación, justamente porque se encuentra en evidencia que es muy peligroso. Pero al mismo tiempo sigue existiendo la necesidad de tener un camino para poder salir de la ciudad a hacer deporte, sobre todo para la gente que entrena de manera profesional”, señala.

El integrante de Meta Bici reconoce que la salida hacia el norte, rumbo a El Cadillal, se transformó en una de las pocas opciones viables, ya que hacia el sur también se ingresa en autopistas donde el ciclismo está prohibido y los riesgos se multiplican. “Se sigue usando la salida del norte porque, aunque peligrosa desde lo vial, termina siendo menos riesgosa que otras alternativas en donde se producen muchos robos. El problema es que, además, la intolerancia en las rutas ha crecido y eso genera más tensión en la convivencia vial”, describe.

En su análisis, el problema no puede reducirse únicamente a la falta de obras. Galindo sostiene que es indispensable trabajar en políticas de convivencia y educación vial. “En una autopista donde se circula a más de 100 kilómetros por hora, con vehículos pesados, obviamente necesitamos un espacio segregado. Pero también hay muchas otras cosas que se pueden hacer con prácticamente cero inversión en infraestructura. Se necesita inversión en educación, en campañas de comunicación y en generar prácticas de convivencia”, afirma.

Uno de los proyectos más esperados por los ciclistas es la ciclovía hacia El Cadillal. Galindo reafirma que ya existe un diseño terminado, financiado por el Consejo Federal de Inversiones, aunque su ejecución está trabada por la falta de financiamiento. “Ese proyecto está terminado. Lo que no tiene es financiamiento para poder llevarse a cabo. Ahora lo que vamos a hacer es empezar a buscar apoyo fuera del Estado nacional, porque al ser una ruta provincial y al haber trabajado Vialidad Nacional en este proyecto, lo lógico hubiera sido que lo pague la Nación. Pero, dada la situación política, vamos a intentar conseguir financiamiento en organismos internacionales”, detalló Galindo.

Más allá de la obra en sí, advierte que lo fundamental es que los ciclistas se organicen para que el reclamo tenga fuerza. “Las cosas no cambian desde la indignación, hay que activar. Nosotros venimos activando hace muchos años, pero por ahora solos no podemos. El foro que organizamos recientemente sirvió muchísimo porque participaron funcionarios del municipio, de la legislatura y de distintos municipios del área metropolitana. Eso abre una posibilidad de diálogo”, asegura.

La visión de los ciclistas profesionales también aporta una perspectiva valiosa sobre la problemática. Darío Gasco, referente tucumano, subraya la gravedad de la situación y la necesidad de respuestas inmediatas. “Primero que nada, lamentamos mucho lo ocurrido la semana pasada, “Cheo” es uno de nosotros. Cada día que me levanto solo pienso en encender el teléfono y ver algún mensaje alentador de mejoría de su estado de salud”, confiesa.

Gasco recuerda que Tucumán es considerado la capital nacional del mountain bike, y que esa posición se logró gracias a cientos de deportistas que entrenan con disciplina y responsabilidad. “Llegar a esto no es poca cosa. Hay cientos de ciclistas que practican este deporte y entrenan de manera responsable y consciente para estar en el máximo nivel, incluso llegando a ser profesionales en algunos casos”, destaca.

El biker insiste en que la infraestructura no está a la altura de la práctica deportiva. “Coincidimos con los demás colegas en que estamos ante una tremenda falta de infraestructura en la provincia, que nos permita llevar adelante nuestra planificación de entrenamientos. Claramente, la autopista no fue pensada para la circulación de bicicletas, por lo que esto es un llamado de atención para que los gobernantes tomen acciones inmediatas”, señala.

Gasco sostiene que desde hace años el deportista está inmerso en una invisibilidad colectiva. “Tucumán tiene profesionales que entrenamos en ese tramo de autopista y estamos expuestos a los riesgos que esto conlleva. No buscamos conflictos ni entorpecer la circulación de vehículos de mayor porte, somos deportistas entrenando en las pocas opciones que nos quedan”, asegura.

En su experiencia personal, detalla las precauciones que toma para reducir riesgos: “En entrenamientos largos es importante la luz trasera, en un horario prudente, evitando las primeras horas del fin de semana y hacia el atardecer, circular sin música para estar más atento a la ruta, ir alerta a situaciones extrañas que pongan en riesgo mi integridad y la seguridad de mis elementos deportivos. Está de más decir que el uso de casco es obligatorio. En lo particular siempre doy aviso hacia dónde voy a entrenar y en qué franja horaria lo haría”, remarcó.

El caso de Hernández puso nuevamente en evidencia una realidad conocida: los ciclistas tucumanos pedalean sin alternativas reales de seguridad. Mientras el proyecto de la ciclovía sigue esperando financiamiento, los deportistas y aficionados se ven obligados a convivir con el tránsito pesado en rutas que no fueron diseñadas para ellos. En medio de esa tensión, la infraestructura pendiente y la educación vial insuficiente conforman un combo que sigue dejando a los bikers en situación de vulnerabilidad, hay ejemplos de sobra.

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