El Parque 9 de Julio volvió a ser escenario de encuentro y deporte en la previa de los 21K LA GACETA, que se correrán el próximo 5 de octubre. Entre los más de 100 participantes que se animaron a recorrer el circuito oficial, dos amigos compartieron sus experiencias y dejaron en claro que la pasión por correr trasciende lo deportivo: es también un espacio de socialización, superación personal y bienestar.
Víctor Sarverry fue uno de los que se animó a los 10 kilómetros en esta jornada de entrenamiento. Con una sonrisa amplia y todavía con la adrenalina de la corrida, describió lo vivido: “Hermoso, la verdad. Paseás por toda la ciudad, vas adelantando un poco lo que será el trayecto. Conocés gente, compartís historias, y al final la competencia también es muy linda”. Para él, el running llegó en un momento particular de su vida: “Arranqué en 2021, después de la pandemia. Todos quedamos medio mal, con angustia y estrés. Un día me puse las zapatillas y salí a correr. Primero cinco, después 10, y ahora hago 21 kilómetros. Uno arranca y no suelta más”, advirtió el deportista amatur.
Esta vez, confiesa que la cita tuvo un matiz distinto: “Hoy vine más por lo social, pero también estoy entrenando para el 5 de octubre. Sirve mucho porque correr solo a veces cansa, en cambio acá descubrís otra dinámica”, remarcó sobre la jornada de Somos Rush. Si bien suele entrenar bajo la guía de Lucas Santillán, reconoce que sumarse a un grupo tiene otro sabor: “Trato de ir siempre que puedo porque es genial. El grupo te empuja, te da motivación”, agregó.
Para Víctor, lo más valioso que le dejó este deporte no se mide en tiempos ni en kilómetros. “Me dio muchos amigos y mucho bienestar. Descargás lo negativo del día, lográs cosas que ni imaginabas. Llegás cansado a tu casa pensando que no vas a poder con nada, salís a correr y volvés con una sonrisa enorme porque descubriste que podías un poco más. Y después, todo sigue tranquilo, podés hacer tu vida normal”, concluyó con gratitud.
A su lado estaba Mariano Armella, otro de los corredores que eligió los 10 kilómetros para esta preparación. Con apenas 23 años, lleva ya cuatro dedicados al running. “La sensación de participar hoy fue muy linda. Este es un evento muy bien organizado, ya es la tercera vez que vengo y siempre lo disfruto mucho. Es ideal para correr, socializar y aprovechar la mañana”, aseguró.
Su historia con el deporte también comenzó en pandemia, aunque desde otro lugar: “Yo jugaba al fútbol. Pero cuando cerraron los complejos y las canchas de fútbol 5, un amigo me propuso salir a correr. Así empecé. Después me gustó tanto que decidí hacerlo un hábito, con entrenamientos y con entrenador. Y ya no paré”, admitió.
El grupo lo conoció gracias a conocidos que ya participaban. “Una compañera de equipo me recomendó venir, y así fue como arranqué. Me recibieron muy bien y desde entonces soy parte”, relató.
Sobre el recorrido de esta edición, Mariano fue muy preciso: “El circuito es muy lindo, aunque tiene sus exigencias. Hay que tratarlo con cuidado, porque en el kilómetro cinco aparece una pequeña subida que te exige. Pero después se disfruta mucho: pasamos por el centro de la ciudad y, lo más importante, por la Casa Histórica. Es hermoso correr por ahí”, agregó.
El próximo 5 de octubre, Mariano estará entre quienes se animen a los 21 kilómetros. Sus expectativas son claras: “Quiero progresar, mejorar mi marca personal. En Buenos Aires hice 1h 18m en los 21K, y ahora quiero bajar ese tiempo. Esto ya se volvió una rutina: entreno todos los días de la semana”, remarcó.
Ambos corredores coincidieron en que lo mejor de este tipo de eventos es la combinación entre entrenamiento y comunidad. Para Víctor, es la sonrisa que queda después de cada corrida; para Mariano, el hábito que ya forma parte de su vida. Los dos, como muchos otros, sienten que correr no solo transforma el cuerpo, sino también la manera de enfrentar el día a día.







