Benjamín Saiz Wenz, el chileno que se enamoró de Tucumán en el Abierto del Norte

El golfista de Santiago de Chile es uno de los tres extranjeros que participan de la 58ª edición del tradicional torneo. En su primera visita a la provincia quedó sorprendido por la calidez de la gente y destacó el nivel del golf argentino.

Benjamín Saiz Wenz. Benjamín Saiz Wenz.
06 Septiembre 2025

El Abierto del Norte siempre tiene un magnetismo especial. A lo largo de sus 58 ediciones, el torneo supo reunir a jugadores de distintos rincones del continente y forjar historias que trascienden las canchas. Este año, uno de esos relatos está protagonizado por Benjamín Saiz Wenz, un chileno de 26 años que llegó por primera vez a Tucumán con la ilusión de medirse en un certamen histórico y, al mismo tiempo, con el objetivo de preparar su clasificación al tour europeo.

“Me pareció increíble la gente, en general maravillosa. Se ha portado muy bien conmigo, así que feliz de estar acá y ojalá volver pronto”, contó en diálogo con LA GACETA, todavía sorprendido por la calidez con la que fue recibido desde su arribo a la provincia.

Primeras impresiones

El golfista no escatima elogios a la hora de describir la experiencia. “Todos son muy amables, en las tiendas, en los supermercados, siempre dispuestos a darte una mano. Eso me marcó mucho. Y ya en lo deportivo, la cancha está espectacular, el ambiente es muy bueno”, dijo.

El jueves vivió de cerca las complicaciones del clima, algo que suele condicionar la competencia. “Mucha lluvia, frío en la mañana... pero así es este deporte y también es lo lindo que tiene”, afirmó con naturalidad.

La oportunidad

Su presencia en el certamen se gestó casi por casualidad, aunque con un trasfondo estratégico. “Tengo que jugar una etapa clasificatoria para el tour europeo y estaba buscando torneos para prepararme. Vi que había dos seguidos, en el Chaco y en Tucumán, pedí la invitación y me la dieron. El tour se portó muy bien conmigo y por eso estoy acá”, explicó.

Un nivel que sorprende

Saiz Wenz reconoce que Argentina es una tierra fértil para el golf. “El nivel es muy bueno, hay jugadores que compiten en el PGA Tour y en el European Tour. Eso ayuda mucho para seguir creciendo. Competir acá siempre es una buena escuela”.

Su primer paso en el país fue en 2017, cuando todavía era amateur. “Jugué el Cabrera Tour, que en ese momento era el tour de invierno. Vine a foguearme con los profesionales y siempre fue una gran experiencia”, recordó.

Los orígenes

El vínculo con el golf empezó desde muy chico, en gran parte gracias a su abuelo. “Él me inculcó este deporte. A los 15 decidí que quería dedicarme de lleno y darle la oportunidad a mi carrera. Ya llevo 11 años con esa decisión y no me arrepiento”, asegura.

El golf terminó de consolidarse como su camino después de un duro golpe. “Yo jugaba mucho al tenis, pero a los 13 años me fracturé el tobillo y quedé con artrosis. No podía practicar deportes de impacto. Ahí el golf me atrapó definitivamente”.

De hecho, cuenta que ya a los dos años existen fotos suyas golpeando la pelota en Rapel, un aldea turístico de Chile donde compartía jornadas de juego con su abuelo.

La clave del juego

En su visión, el éxito en el golf pasa más por lo mental que por lo físico. “Las sensaciones son clave: mantener las emociones estables, no irse a los extremos. Ni muy feliz ni muy triste. Si te enojas, hay que liberar y volver al centro. Es un deporte de cinco horas, como la vida misma: hay momentos buenos y malos, y no podés creerte el mejor ni sentirte el peor”, reflexiona.

La respiración y el autocontrol, agrega, son pilares para atravesar cada vuelta con serenidad.

Golf trasandino

La comparación entre ambos países es inevitable. “En Argentina el golf es mucho más accesible, con canchas públicas y precios más bajos. En Chile sigue siendo caro, casi exclusivo de clubes privados”, analizó.

Sueños y desafíos

El objetivo inmediato de Saiz Wenz es claro: clasificar al tour europeo. “Quiero vivir de esto, ser mi mejor versión. Siento que tengo el nivel y la cabeza para lograrlo. Ahora es el momento de jugármela al cien por ciento”, asegura.

En ese trayecto, el compañerismo del golf es un sostén. “A diferencia de otros deportes individuales, acá se generan amistades porque competís contra muchos rivales al mismo tiempo. Eso me ha dado mucho apoyo y ganas de seguir”, confiesa.

Benjamín Saiz Wenz es, al mismo tiempo, la síntesis de un legado familiar y la apuesta de una nueva generación de golfistas chilenos que buscan abrirse camino. Su paso por Tucumán quedará grabado no solo en los tableros de resultados, sino también en la memoria de un jugador que descubrió que, más allá de los swings y los birdies, el Abierto del Norte también se juega con afecto y hospitalidad.

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