

Consumir yogur en el momento adecuado puede potenciar sus efectos positivos en la digestión, la salud ósea y el control del peso. Así lo señala un artículo de Verywell Health, que destaca cómo el horario y el tipo de yogur elegido influyen en sus beneficios.
Para optimizar la salud digestiva, el informe recomienda ingerir yogur junto con las comidas o hasta 30 minutos antes de ellas. Esto se debe a que los probióticos, como el Lactobacillus, “sobreviven mejor al ambiente ácido del estómago cuando está menos lleno”, favoreciendo así la microbiota intestinal, consignó La Nación.
Otro beneficio importante está vinculado al control del peso. Reemplazar refrigerios poco saludables por yogur contribuye a reducir la ingesta calórica, ya que su contenido de proteínas y calcio promueve la sensación de saciedad. Según los especialistas, incluirlo en el desayuno o como colación previa a las comidas es una estrategia eficaz para moderar el apetito.
Fortalecimiento de los huesos
El yogur también juega un papel clave en la salud ósea. Rico en calcio, vitamina D, proteínas y probióticos, su consumo regular contribuye a una mayor densidad ósea. Verywell Health subraya que incorporarlo en el desayuno o después del ejercicio físico resulta especialmente beneficioso para mantener los huesos fuertes.
Recomendaciones de consumo
- Salud intestinal: ingerir yogur con las comidas o hasta media hora antes.
- Control de peso: preferir yogur natural sin azúcar, en el desayuno o como snack saludable.
- Salud ósea: incluirlo después de la actividad física o en la primera comida del día.
- Tipo de yogur: elegir variedades naturales, sin azúcar añadida, y priorizar el yogur griego por su mayor aporte proteico y nutricional.
En conclusión, más allá de sus reconocidos beneficios, el impacto del yogur en la salud puede potenciarse si se consume en el momento oportuno y en su versión más natural.







