Estreno de cine: “La mujer de la fila” se propone derribar prejuicios

Natalia Oreiro protagoniza una intensa película dirigida por Benjamín Ávila y basada en un caso real. La aparición en pantalla de familiares de detenidos en penales. La situación del cine nacional.

MUNDO DESCONOCIDO. Natalia Oreiro pasa por controles carcelarios en “La mujer de la fila”. MUNDO DESCONOCIDO. Natalia Oreiro pasa por controles carcelarios en “La mujer de la fila”.

Hay dos frases que quedan resonando en la cabeza tras ver “La mujer de la fila”, la nueva película dirigida por Benjamín Ávila y protagonizada por Natalia Oreiro, que llega hoy a las salas argentinas: “no puedo todo sola” y “el dolor es inevitable, pero sufrir es una elección”. En ellas bien puede resumirse una intensa y conmovedora historia, acompañadas por el estribillo “al final, la vida sigue igual”, en la voz de Sandro. En ese triángulo de conceptos reside una propuesta que expone un mundo desconocido, para conmover, pensar, reflexionar y actuar.

La realización se inspira en la vida de Andrea Casamento, cuyo hijo adolescente (Federico Heinrich) fue detenido en el penal de Ezeiza acusado de ser parte de una banda de ladrones. Viuda y con dos hijos más chicos, su vida se transforma profundamente con las visitas a la cárcel y las relaciones que pierde y que construye, en un proceso vital íntimo que se traduce en un cambio existencial que la llevó a fundar la Asociación Civil de Familiares Detenidos y a representar al país en foros internacionales. En el elenco aparecen también Alberto Ammann, Iride Mockert, Mora Recalde, Natalia Santiago, Amparo Noguera, Noah Ruiz Díaz y Veronika Silva.

“La propuesta es poder romper los prejuicios. Se trabajó desde ellos y está construida para ir derribándolos. Son los que se tiene todo el mundo sobre el sistema carcelario, muy estimulado por producciones audiovisuales que los abordan de una manera diferente. Nosotros planteamos una manera distinta de mirarnos”, dice Ávila a LA GACETA.

- ¿La mirada impronta femenina es clave en el relato?

- Es una película absolutamente femenina porque circula una energía femenina que no le pertenece sólo a las mujeres; todos la tenemos. Pero el 90% de las personas que visitan a personas privadas de su libertad son mujeres, sean cárceles de hombres o de mujeres. Fue un aprendizaje muy fuerte porque discurre en ese universo y muestra el rol que tienen las madres, las parejas, las hijas y las abuelas de quienes están detenidos. Son la contención desde afuera a los que están adentro y también aparece la inconsciencia de los presos sobre lo que pasa a quienes están libres. Los familiares son el lado oscuro de lo más oscuro de la sociedad, lo que nadie quiere ver; solo hay prejuicios negativos. Y esta producción viene a darle luz, a evidenciar que hay algo que no conocemos para nada, sobre mujeres que tienen que mentir en su trabajo, a sus hijos cuando van al colegio, que sufren discriminación, que son culpables de algo porque tienen a alguien cercano detenido.

- ¿Cómo te llegó la historia?

- Por una amiga abogada, Mariana Volpi, que trabaja en la Procuración Penitenciaria. Me pasó una charla TED de Andrea y me fascinó. Trabajar el guión como una especie de drama social y político. También contacté a las chicas de la Asociación, y pude meterme en los detalles de ese universo.

- Trabajaste nuevamente con Oreiro, pero también con mujeres reales de la fila...

- Natalia es una gran compañera, nos entendemos y nos respetamos mucho, podemos llegar mucho más lejos de lo propuesto en los proyectos por su mirada. Tiene un talento aplastante, convicción y capacidad de trabajo únicas y nos potenciamos. Trabajar con quienes tienen parientes detenidos fue muy emocionante. Hay una escena en la que les hago preguntas y ellas responden; fueron cuatro horas de rodaje en las que me podían abrir su corazón y su historia con mucha confianza frente a la cámara, tranquilas y seguras. Fue casi documental, de una verdad absoluta, en un proceso muy humano de ida y vuelta que se dio en todo el filme.

- ¿Hubo cambios en los 20 años que transcurrieron desde el hecho que recrean ficcionalmente a la actualidad?

- Hubo cambios pero falta un montón más. La Asociación ha logrado varias mejoras en el lugar de espera de familiares y chicos y en algunos penales se colocaron escáneres en vez de la requisa manual; hay programas como el Probemos Hablando, que representa un gran avance para usar la palabra como instrumento de mediación y solución de los conflictos en los pabellones, pero hay mucho más por hacer.

- ¿Qué está pasando con el cine nacional?

- Está pasando por el peor momento desde su gran crisis a principios de los 90, previo a la ley de fomento que creó el Incaa. Hay decisiones que no son de impulso y incentivo hacia el cine sino más bien coercitivas que sólo piensan en una estructura comercial como si eso fuera la garantía de calidad, la que sólo se consigue con libertad de creación y financiamiento como en España, Francia o Alemania. La situación es paupérrima y la esperanza es que podamos conservar los cimientos hasta que se vuelva a cambiar la mirada sobre el Estado relacionado con la cultura.

- Y en ese contexto, está la polémica por “Homo Argentum”...

- La respuesta a esa polémica es “La mujer de la fila”, un tipo de cine de calidad, de grandes actuaciones, de un gran guión, con una historia muy profunda y muy argentina, y que nos representa y que nos muestra un universo que no conocemos. Creo que el camino del cine es por ahí. Todo lo demás es algo comercial alegando el lugar de la idiosincrasia argentina.

Espacio Incaa: historias de refugiados políticos

“Resistenza” es el filme dirigido por Omar Neri que se estrenará hoy a las 20 en el Espacio Incaa de la sala Hynes O’Connor (San Martín 251), con un relevamiento de historias de argentinos que se refugiaron en Italia tras el golpe de Estado de 1976. Piazza Navona se convirtió en el epicentro de la comunidad de exiliados, desde donde se proyectó la solidaridad entre artesanos, obreros, intelectuales, psicoanalistas, músicos y poetas. A las 22, en el ciclo gratuito de cine francés, se verá “Rouge”, de Farid Bentoumi, sobre una joven enfermera que descubre graves violaciones a la seguridad en una fábrica de productos químicos.

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