FALLO EN SUSPENSO. Terminada la audiencia, resta la decisión de la Conmebol sobre la serie.
La noche de violencia en Avellaneda todavía resuena en el fútbol sudamericano. A casi dos semanas de los incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, Independiente y Universidad de Chile quedaron cara a cara en Asunción, en la sede de la Conmebol. Allí, durante más de tres horas de audiencia, presentaron sus descargos ante la Comisión Disciplinaria. El fallo se conocerá en los próximos días y promete marcar un precedente en el continente.
El reglamento de la Conmebol establece que los clubes son responsables de lo que suceda con sus hinchas, ya sea en casa o como visitantes. Ese es el punto de partida del expediente abierto tras la suspensión del partido de vuelta de octavos de final de la Copa Sudamericana, el pasado 20 de agosto. Sin embargo, Independiente insiste en que no hubo invasión de campo por parte de su parcialidad y que la interrupción se produjo cuando todavía no existían agresiones directas hacia los simpatizantes chilenos.
En su descargo, el club de Avellaneda también cuestionó la improvisación del operativo de seguridad: la recomendación de dejar libre la tribuna baja, recordaron, llegó apenas 24 horas antes del partido, cuando las entradas ya estaban vendidas.
La defensa del “Rojo”
Néstor Grindetti, presidente de Independiente, encabezó la delegación que viajó a Paraguay. Tras la audiencia, dejó algunas definiciones. “Las conclusiones las sacará el Tribunal en las próximas horas o días. Podría haber novedades este miércoles o bien los días siguientes. No dieron una fecha precisa”, explicó.
El dirigente, sin embargo, aclaró que existe un acuerdo de confidencialidad para no revelar lo expuesto. “No hay nada nuevo en las exposiciones de ambos clubes. Fue todo en un ambiente de cordialidad, los abogados explicaron y fue una reunión ejemplar. Cada club expuso lo suyo y ahora espera”, sostuvo. De todas formas, Grindetti no ocultó su expectativa. “Independiente tiene que pasar. Hay distintas alternativas, diferentes opciones para las sanciones, ya veremos qué pasa…”, expresó.
El presidente había adelantado cuál sería la línea de defensa: “Independiente no fue responsable de los hechos. Fue víctima de un ataque premeditado”. Según su relato, el club cumplió con todas las exigencias de seguridad: dispuso de 650 efectivos policiales, 150 agentes de seguridad privada y 14 integrantes de Aprevide. A la parcialidad visitante se le destinó un sector con aforo reducido y se siguieron las recomendaciones de la Conmebol.
Para Grindetti, los incidentes fueron planificados: “Rompieron cámaras de seguridad, ingresaron armas blancas y destruyeron el hormigón para generar proyectiles. Fue un plan predeterminado armado por los visitantes”. El directivo también recalcó que la suspensión se dio por la violencia desatada en la tribuna visitante, de acuerdo al informe arbitral y a los fiscales de Conmebol.
Del otro lado, la Universidad de Chile también defendió su posición en la audiencia. En el país trasandino, varios medios sostienen que el cuadro azul debería ser el que avance a la siguiente fase. Incluso se publicó que Independiente no tomó las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los hinchas visitantes. Esa es la postura que los dirigentes chilenos llevaron a Paraguay.
¿Qué puede resolver Conmebol?
La entidad sudamericana ahora tiene varias cartas sobre la mesa. Se habla de sanciones que van desde reanudar el partido sin público en Paraguay hasta la eliminación de uno o ambos equipos de la competición. La decisión será determinante no sólo para Independiente y la U, sino también para Alianza Lima, que espera rival en los cuartos de final tras vencer a Universidad Católica de Ecuador.
En Perú, el diario deportivo Líbero ya anticipó que la “U” sería favorecida. “La Conmebol debe emitir pronto el fallo que favorecerá a los mapochinos tras la masacre en Argentina”, tituló una de sus portadas.
La sanción de Aprevide
Mientras tanto, en Argentina ya hubo consecuencias. Aprevide identificó a 40 integrantes de la barra de Independiente y les aplicó derecho de admisión por tiempo indeterminado. Entre ellos figura Mario Nadalich, uno de los líderes de la facción oficial. En paralelo, se prohibió el ingreso de público de Universidad de Chile a todos los estadios de la provincia de Buenos Aires hasta diciembre de 2027.
El organismo detalló que los hinchas chilenos incendiaron butacas, rompieron instalaciones y arrojaron objetos a los locales. Se registraron 50 heridos, 25 de los cuales debieron ser hospitalizados. La violencia alcanzó su punto más dramático cuando un simpatizante de la “U” fue obligado a saltar desde lo alto de la tribuna Pavoni Alta para salvar su vida.
La audiencia en Asunción dejó en claro que la Conmebol escuchó con atención a las partes y que la definición llegará en cuestión de días. Lo que se resuelva impactará directamente en el futuro inmediato de la Copa Sudamericana y en la imagen de la propia Confederación, que debe demostrar firmeza frente a hechos de violencia que sacudieron a toda la región.
Independiente y Universidad de Chile ya hicieron sus descargos. Ahora, todo el continente espera la sentencia.







