PLENA ACCIÓN EN LA COCHA. Las estudiantes trabajan y aprenden.
Hasta hace una década las escuelas técnicas mantenían una matrícula típicamente masculina, sobre todo en especialidades como Construcción o Automotores. Hoy el escenario ha cambiado. Cada vez más mujeres optan por actividades antes reservadas a los varones. Evely Armas (18 años), alumna de 7° año de la Escuela Técnica N° 1 de La Cocha, y futura Maestro Mayor de Obras, está muy orgullosa de haber elegido Construcción, rompiendo así con algunos estereotipos en su familia.
“Al principio en mi casa se sorprendían por la elección. Mi papá, que es albañil, pensaba que la construcción era una actividad para varones, pero le demostré que la escuela nos da las herramientas para aprender y ser exitosos más allá de que seas varón o mujer. Ahora él está contento porque sabe que en mí ha encontrado una compañera para el trabajo”, relata. Evely pronto comenzará a prepararse para ingresar al año próximo de la universidad, en la carrera de Ingeniería Civil. Y para ello deberá experimentar lo que muchos chicos del interior sufren a esta edad: el desarraigo.
Lucero Ramos, también de 18 años, y futura estudiante de Arquitectura, cuenta que en su familia son seis hermanas y sólo un varón, que no eligió Construcción sino Administración, pero todos fueron a la escuela técnica. “En mi casa las mujeres hacemos todo: plomería, albañilería y electricidad, eso nos enseñaron en la escuela -destaca-. Ahora estamos ampliando la casa junto con mi papá”.
Cada año en la escuela técnica se aprende algo nuevo, pero en 6° y 7° año el desafío es mayor porque se realizan las prácticas profesionalizantes. Es entonces cuando se demuestra lo aprovechado durante los siete años de carrera. Los alumnos de la Técnica están emocionados porque les tocó hacer las prácticas nada menos que en la construcción del barrio 35 Viviendas, de La Cocha, donde muchos de sus vecinos quieren ir a vivir.
La ministra de Educación, Susana Montaldo, firmó un convenio con el IPVDU para darle un marco institucional. Meses atrás los chicos habían trabajado en el campamento de Vialidad Provincial, en ese caso en la construcción de oficinas, siempre bajo supervisión de un docente.
Entre el aula y la obra
Con casco y herramientas en mano, las alumnas no se diferencian de sus compañeros. “Todas realizamos las mismas tareas y aprendemos lo mismo”, aclara Evelyn. La directora de la escuela, Ana María Herrera, que también es Maestro Mayor de Obras, explica que el establecimiento tiene tres especialidades: Maestro Mayor de Obras, Gestión y Administración de las Organizaciones y Técnico en Turismo. En total son 785 alumnos y cada vez se inscriben más mujeres. En Construcción ya ocupan el 67% de la matrícula. “Esta es una de las carreras con mayor salida laboral y las chicas son las que más rápido se insertan”, aclara.
Para obtener su título, los alumnos necesitan cumplir 250 horas-reloj de prácticas. El curso de este año está formado por 31 alumnos, divididos en grupos rotativos de seis estudiantes, bajo la dirección de un docente. La escuela tiene dos turnos; los que hacen las materias curriculares por la mañana realizan los talleres por la tarde, tres días a la semana, y viceversa. Todos almuerzan en la escuela y los días que tienen talleres o prácticas permanecen hasta ocho horas allí.
“Las prácticas profesionalizantes no sólo sirven para desarrollar destrezas técnicas sino también para adquirir habilidades socioemocionales, como el trabajo en equipo, la comunicación y la responsabilidad. Además ayudan a elevar la autoestima de los chicos y los preparan para el mundo laboral”, explica la ministra Montaldo, quien ha insistido en que la escuela se integre a la comunidad a través de acuerdos con las instituciones del medio para que los chicos tengan rápida salida laboral.
“Las prácticas profesionalizantes son de tres tipos: externas, como las que se realizan en el barrio 35 Viviendas; internas, que consisten en arreglos de la propia escuela; y de investigación y desarrollo, como las que se realizan con instituciones como el INTA, el INTI o la Estación Experimental”, precisa Ana García Salemi, directora de Educación Técnica.
En Tucumán hay 23 escuelas técnicas y 15 agrotécnicas. “Tenemos convenios con Facultades como las de Agronomía y Ciencias Exactas, el IDEP, la Federación Económica y ahora estamos realizando los primeros contactos con la Unión Industrial y con ingenios -agrega-. La Técnica de Monteros, por ejemplo, está haciendo prácticas en el municipio y en alumbrado público; otras ayudan a escuelas especiales”.
Los alumnos realizan otras actividades: participan en Olimpiadas de Construcción, proyectos solidarios con la comunidad y didácticos-productivos, y hacen pasantías en la Municipalidad de La Cocha en oficinas como rentas, personal, servicios, obras públicas y de turismo, y también en Vialidad. Además se encargan de llevar adelante las reparaciones de su propia escuela y de los establecimientos primarios vecinos.









