
Foto: Osvaldo Ripoll - LA GACETA

Fiesta total en Yerba Buena. Tucumán Rugby coronó su gran temporada al vencer a Liceo RC de Mendoza por 42-29 en la final del Torneo del Interior B. El “Verdinegro” se apoyó en un segundo tiempo demoledor para adueñarse de un título que lo coloca junto a Huirapuca y Lawn Tennis como los únicos clubes tucumanos que levantaron este trofeo en la historia. El ambiente fue digno de una definición. Liceo RC viajó desde Mendoza con una marea de hinchas que se hicieron sentir en Tucumán con cánticos y banderas. Tucumán Rugby, por su parte, jugó arropado por su gente en el club de Yerba Buena, que se vistió de fiesta.
El arranque fue intenso, aunque poco vistoso. A los 15 minutos, Tomás Videla Raganato abrió el marcador con un penal y puso en ventaja a los mendocinos 3-0. Tucumán Rugby respondió seis minutos después con otro penal, ejecutado a la perfección por Tomás Witte para igualar el tanteador. El primer tiempo tuvo mucho roce, escasas situaciones de ataque y un desarrollo más táctico que dinámico. Sin embargo, el quiebre llegó a los 37 minutos, cuando el “Verdinegro” resignó un penal factible para ir al line y jugar un maul. La apuesta salió redonda: Tobias Aguilar se zambulló en el ingoal para apoyar el primer try de la tarde. Con la conversión de Witte, el marcador quedó 10-3 para los locales en el entretiempo.
El complemento fue completamente diferente y mostró la mejor versión de Tucumán Rugby. Apenas 40 segundos después de la reanudación, Bautista Estofán tomó la pelota en la mitad de la cancha, rompió varios tackles y se fue directo al ingoal como una topadora para estirar la diferencia. Aunque Witte falló la conversión, la jugada encendió al público y marcó un quiebre anímico en el partido. Dos minutos más tarde, Rodrigo Galíndez protagonizó otra corrida memorable para apoyar el tercer try, y esta vez sí llegó la conversión para dejar todo 22-3. El dominio era absoluto y se acentuó con un penal de Witte que subió el marcador a 25-3.
Liceo, sin embargo, no se entregó y buscó volver al partido. A los 14 minutos, Tomás Granella apoyó un try que Videla Raganato convirtió para achicar la diferencia. Tucumán Rugby respondió rápido con un try de Santiago Aguilar, que recuperó una pelota tras un line mal jugado por la visita, y Novillo transformó en 32-10. Los mendocinos volvieron a reaccionar con un try de Bruno Currincione que dejó el tanteador 32-17, y luego Estanislao Correa Llano apoyó otro para el 32-24, lo que puso suspenso en el cierre.
El “Verdinegro” supo resistir ese embate y volvió a golpear en el momento justo. A los 38 minutos, Marcelo Petray marcó el try que liquidó el encuentro. Novillo convirtió y puso el 39-24, diferencia que fue suficiente para asegurar la victoria. Rossi volvió a descontar en el tramo final para Liceo, pero la última palabra la tuvo Tucumán Rugby con un penal de Novillo que cerró la cuenta 42-29.
El festejo en Yerba Buena fue total. El head coach Hernán Macome resumió la estrategia que condujo a la consagración: “El primer tiempo fue de estudio, apostamos a las formaciones fijas y al maul. Queríamos crecer en el partido y explotar en el segundo tiempo, y salió perfecto”. Con esa fórmula, Tucumán Rugby logró una victoria que quedará grabada en la memoria colectiva del club y de todo el rugby tucumano.







