

Un apasionado del campo. Así lo definen quienes lo conocieron. Hondo pesar causó en la agroindustria y en distintos ámbitos sociales el inesperado fallecimiento de Pablo Lucci, uno de los principales referentes del sector privado tucumano. De perfil bajo, el ingeniero agrónomo trabajó hasta su último día de vida. Recorría los campos, controlaba la caña, el estado de los limones, los granos, las nueces y hasta los viñedos, uno de sus últimos desafíos emprendedores en el proceso de diversificación.
El apellido de Pablo tiene una historia marcada en la actividad privada. Desde 1960, con la construcción, el Grupo Lucci viene impulsando el desarrollo de distintos rubros en la provincia, con Vicente Lucci a la cabeza. De él, precisamente, heredó esa pujanza para buscar nuevos desafíos, impulsando el desarrollo sustentable no sólo en el territorio provincial, sino en la región. Fiel a ese legado, Pablo trató, en todo momento, de generar valor, con sentido social, con el aporte a la comunidad, cuidando el medio ambiente.
Pablo Lucci se distinguió por su integridad personal y por el compromiso social, con una visión innovadora. Su legado es recordado por sus familiares, por sus amigos, por sus pares y por todo el personal que trabaja en el Grupo Lucci, donde ha dejado huellas como la del fundador de una de las empresas más sólidas de Tucumán.







