DOLOR. El entrenador de la U de Chile denunció que su hijo de nueve años estuvo encerrado en un palco y fue amenazado por hinchas.
La herida que dejaron los episodios de violencia en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini todavía no cierra. A la espera de la audiencia que Conmebol celebrará el martes en Paraguay, surgió un nuevo testimonio que sacudió a todo el fútbol sudamericano. Gustavo Álvarez, entrenador de Universidad de Chile, contó públicamente el drama que sufrió su hijo de nueve años en la noche del 20 de agosto en Avellaneda.
En la conferencia de prensa previa al clásico contra Colo Colo, el técnico argentino rompió el silencio y no pudo ocultar su dolor. “Esa noche la sintetizo con una palabra: locura. Y la locura no tiene explicación racional. Mi hijo estuvo encerrado una hora y media en un palco con hinchas del otro equipo que lo amenazaban. Cuando lo volví a ver, cerca de la una de la mañana, me hizo dos o tres preguntas que no supe responder”, relató.
El impacto fue tan grande que Álvarez explicó que el plantel pidió suspender el partido que debía disputar contra Everton. “Había dos razones: lo emocional, porque fue un trauma muy fuerte, y lo humano, por respeto a nuestros hinchas que todavía estaban desaparecidos. No me parecía que el circo continuara como si nada hubiera pasado”, afirmó.
"TUVE UN HIJO DE 9 AÃOS ENCERRADO EN EL ESTADIO"
— TyC Sports (@TyCSports) August 29, 2025
ð Gustavo Ãlvarez, técnico de la Universidad de Chile, rompió el silencio tras la barbarie vivida en Avellaneda: "SENTà UN GRAN DESPRECIO POR LA VIDA, POR EL PRÃJIMO. HAY QUE AGRADECER QUE NO HUBO FALLECIDOS, ES MUY DIFÃCIL⦠pic.twitter.com/2L88XqmpP9
El DT también envió un mensaje de apoyo a los hinchas de la U que estuvieron en la tribuna aquella noche y a sus familias, que atravesaron horas de angustia e incertidumbre. “Lo que sentí fue un gran desprecio por la vida, por el prójimo. El fútbol es deporte, no un lugar para estas cuestiones. Gracias a Dios no hubo fallecidos, pero fue doloroso y nos obliga a replantearnos muchas cosas”, subrayó.
Álvarez agradeció los gestos de solidaridad recibidos en Chile, incluso de Colo Colo, eterno rival de la U. “La rivalidad deportiva es una cosa, pero el odio infundado entre hinchadas o nacionalidades no tiene sentido. Quiero destacar las palabras de jugadores como Arturo Vidal o Esteban Pavez, y las muestras de empatía de distintos clubes y de la ANFP”, señaló.
Mientras tanto, la suerte deportiva de la serie sigue en suspenso. Tanto Independiente como Universidad de Chile deberán presentarse el martes 2 de septiembre en la sede de la Conmebol en Asunción. Allí se expondrán los descargos de ambos clubes antes de que el tribunal emita una resolución sobre el partido que fue suspendido con ventaja parcial para el equipo chileno.







