Crearon lentes de contacto que permiten ver sin luz y con los ojos cerrados: cómo funcionan

Un equipo de científicos de China y Estados Unidos desarrolló lentes de contacto capaces de detectar luz infrarroja, incluso con los ojos cerrados, sin necesidad de baterías ni dispositivos voluminosos.

Crearon lentes de contacto que permiten ver sin luz y con los ojos cerrados: cómo funcionan
31 Agosto 2025

Un grupo de investigadores de China y Estados Unidos desarrolló un innovador dispositivo que parece salido de la ciencia ficción: lentes de contacto capaces de otorgar visión nocturna, incluso con los ojos cerrados. El hallazgo fue publicado en la revista científica Cell y rápidamente se viralizó.

A diferencia de los anteojos tradicionales de visión nocturna, estos lentes no requieren baterías y permiten percibir de manera simultánea la luz visible y la infrarroja. Según los participantes del estudio, la visión infrarroja resultó más nítida al cerrar los ojos, ya que esta longitud de onda atraviesa mejor los párpados.

“Nuestra investigación abre el potencial de dispositivos portátiles no invasivos que brinden supervisión visual a las personas”, señaló Tian Xue, neurocientífico de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y autor principal del trabajo. El especialista destacó que este desarrollo podría aplicarse en áreas como seguridad, transmisión de datos cifrados o detección de falsificaciones.

Cómo funcionan los lentes

La innovación se basa en el uso de nanopartículas que absorben la luz infrarroja y la convierten en longitudes de onda visibles para el ojo humano. Específicamente, permiten captar la llamada “luz infrarroja cercana”, en un rango de 800 a 1600 nanómetros, apenas por encima de lo que puede detectar la vista sin ayuda tecnológica.

Estas nanopartículas se integraron en polímeros flexibles y no tóxicos, semejantes a los empleados en lentes de contacto blandos convencionales. Tras comprobar su seguridad, los científicos realizaron pruebas en ratones y humanos con resultados sorprendentes, consignó Clarín. 

En los experimentos con animales, los ratones equipados con los lentes preferían espacios oscuros frente a los iluminados con luz infrarroja, sus pupilas se contraían ante esa radiación y sus cerebros registraban actividad en las zonas visuales. En las pruebas con humanos, los voluntarios lograron percibir señales infrarrojas parpadeantes y distinguir la dirección de la luz.

Uno de los hallazgos más curiosos fue que los participantes veían mejor la información infrarroja con los ojos cerrados, debido a que esa radiación atraviesa los párpados de manera más eficaz que la luz visible, reduciendo interferencias.

Además, el equipo logró que las nanopartículas transformaran diferentes longitudes de onda en colores específicos: la radiación de 980 nm se convirtió en azul, la de 808 nm en verde y la de 1532 nm en rojo. Esta capacidad no solo amplía el rango de visión nocturna, sino que podría ayudar a personas con daltonismo a distinguir tonos que hoy no perciben.

Si bien los avances son prometedores, la tecnología aún presenta limitaciones. Por el momento, los lentes solo detectan radiación infrarroja proyectada por fuentes LED. El desafío actual de los investigadores es aumentar la sensibilidad de las nanopartículas para captar niveles más bajos de luz y mejorar la resolución de las imágenes.

“Esperamos crear una lente con una mayor sensibilidad y precisión espacial mediante la colaboración con científicos de materiales y expertos en óptica”, agregó Xue.

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