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Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad vital para el cuerpo y la mente. Sin embargo, cada vez más personas enfrentan dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormidas durante la noche. Según la Clínica Mayo, el insomnio puede deberse a diferentes factores: alteraciones en los ritmos circadianos -el “reloj interno” que regula los ciclos de sueño y vigilia-, problemas de ansiedad o estrés, y también a la alimentación, ya que comer en exceso o muy tarde puede provocar acidez y dificultar el descanso.
Ante este panorama, la ciencia ofrece una serie de consejos prácticos que pueden ayudar a dormir mejor y recuperar la energía necesaria para afrontar la jornada.
Higiene del sueño: el primer paso
Los especialistas coinciden en que modificar ciertos hábitos diarios es clave. Reducir o eliminar el consumo de café, especialmente por la tarde, es fundamental, ya que la cafeína mantiene el cerebro en estado de alerta. Asimismo, realizar ejercicio durante el día favorece el sueño, siempre que no sea demasiado cerca de la hora de acostarse.
Actividades que inducen al descanso
El cerebro necesita señales claras para relajarse. Por eso, actividades como el yoga, el stretching o la lectura nocturna son recomendadas por psicólogos y médicos. La lectura, en particular, ayuda a reducir el estrés y favorece la desconexión.
Decirle “no” al celular en la cama
Aunque parece una obviedad, muchos caen en el hábito de pasar largos minutos frente a la pantalla del celular antes de dormir. Este gesto no solo retrasa la conciliación del sueño, sino que además la luz azul inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el descanso, volviendo más difícil conciliar el sueño profundo.
Cuidado con los somníferos
Si bien muchas personas recurren a medicamentos para dormir, los expertos advierten que no deben ser una solución permanente. En uso prolongado pueden alterar el ciclo circadiano y generar efectos adversos como cefaleas o taquicardia. En caso de utilizarlos, debe ser solo bajo prescripción médica y por periodos cortos.
Reajustar el reloj interno
Acostarse muy tarde puede convertirse en un círculo vicioso que dificulte dormir en horarios adecuados. Los especialistas sugieren adelantar la hora de ir a la cama en intervalos de 15 minutos por día hasta alcanzar el horario deseado. Cambios bruscos de una hora o más en una sola noche suelen ser contraproducentes.
Con estas recomendaciones, los expertos remarcan que el descanso de calidad depende en gran parte de nuestros hábitos diarios. Dormir mejor no solo mejora el rendimiento físico y mental, sino que también fortalece la salud a largo plazo.







