A diferencia de los clásicos budines de harina y manteca, esta receta te permite disfrutar de un postre ligero y saludable, perfecto para cualquier momento del día. Además, al ser libre de gluten, es ideal para quienes siguen una dieta celíaca o simplemente quieren reducir el gluten en su alimentación.
Este budín logra una textura esponjosa y húmeda al combinar ingredientes naturales como puré de banana o compota de manzana, que aportan dulzor y suavidad sin necesidad de azúcares extra. Con el toque aromático de la vainilla, se convierte en el acompañamiento perfecto para tu café o té, ofreciendo un sabor dulce y natural que te encantará.
Cómo preparar el budín de vainilla sin harina ni manteca
Ingredientes principales
Para esta deliciosa y saludable receta, necesitarás una selección de ingredientes que se complementan para crear una textura y sabor excepcionales. La base principal del budín es el puré de bananas maduras, que no solo aporta un dulzor natural, sino que también garantiza la humedad y la suavidad sin necesidad de manteca.
Además, se utilizan huevos, que actúan como aglutinante, junto con esencia de vainilla para realzar el aroma y el sabor del postre. Para el dulzor, puedes usar azúcar o cualquier endulzante de tu preferencia. Por último, para asegurar que el budín suba y quede esponjoso, se añade polvo de hornear sin TACC, ideal para quienes buscan opciones libres de gluten.
Preparación paso a paso
El proceso para preparar este budín es sencillo y rápido, comenzando por la base húmeda. Lo primero es mezclar los huevos y el azúcar en un recipiente. Es fundamental batir esta combinación hasta que adquiera una consistencia cremosa y de color claro, lo que ayuda a incorporar aire a la mezcla. A continuación, se añaden los ingredientes húmedos restantes: el puré de bananas y la esencia de vainilla. Se mezclan suavemente, con movimientos envolventes, para que todos los componentes se integren sin perder la ligereza que se logró en el primer paso.
Adición de los ingredientes secos
Una vez que la base húmeda está lista, es el momento de incorporar los ingredientes secos. Este paso es crucial para la textura final del budín. Para evitar grumos y garantizar una distribución uniforme, se debe tamizar el polvo de hornear directamente sobre la mezcla. Luego, con una espátula, se integra con movimientos envolventes y delicados, sin batir en exceso. Esta técnica es clave para que la preparación no se vuelva densa y para que el budín mantenga su característica esponjosidad una vez horneado.
Horneado y resultado final
El último paso es el horneado, donde la magia ocurre. Vierte la mezcla en un molde previamente preparado, ya sea engrasado con un poco de aceite vegetal o cubierto con papel manteca. Precalienta el horno a 180 °C y cocina por unos 25 a 30 minutos. Para verificar que el budín está listo, simplemente inserta un palillo en el centro; si sale limpio, significa que está perfectamente cocido. El resultado es un budín liviano, húmedo y delicioso, perfecto para disfrutar con una taza de té o café, sabiendo que estás eligiendo una opción más saludable.








