UN HECHO SIN RESOLVER. Una foto del tapir Suyana antes de ser liberada.
“En Tucumán la caza no está liberada. Sólo se permiten capturar especies que fueron introducidas y las que son plagas. Desde años que se dictaron medidas de protección. Por eso se zonificaron los lugares para realizar la actividad y se prohibió terminantemente la captura de todos los mamíferos, salvo uno que no es autóctono”, sostuvo el secretario de la Producción, Martín Lazarte.
El reglamento de caza que está vigente en nuestra provincia establece que en esta temporada, que inició el 1 de mayo y finaliza el lunes, sólo podrán capturarse por persona y por jornada liebre europea (3), perdiz chica (4), perdiz montana (4) y paloma cenicienta (10). En tanto, sí está permitido cazar durante todo el año y sin ningún tipo de límite la paloma mediana, conocida popularmente como sacha. “Esta es una disposición que se repite en casi todo el país porque fue considerada como plaga y genera graves daños a los productores”, explicó Esteban Fuentes, cazador.
Lazarte explicó que la Provincia, a través de la Dirección de Flora y Fauna, persigue a las personas que no cumplen la norma. “Fue nuestra repartición la que hizo la denuncia contra las personas que cometieron ese verdadero atentado ambiental”, sostuvo el funcionario provincial.
Según relató, se enteraron del caso a través de una imagen viralizada en las redes sociales. “La División de Delitos Rurales hizo un importante trabajo para dar con el cazador. Se hicieron medidas, pero por el momento no se pudo encontrar las armas utilizadas”, destacó.
Un antecedente
Pedro Ramírez, otro cazador, opinó: “a esa persona le tiene que caer todo el peso de la ley. Sólo un salvaje puede hacer algo así. Tiene que haber castigos ejemplares para el que haga algo así. No debe suceder lo mismo que con el tapir Suyana, que quedó en la nada”.
UN HECHO SIN RESOLVER. Una foto del tapir Suyana antes de ser liberada.
Ese hecho, registrado a fines de 2023, movilizó a los tucumanos. El ejemplar de la especie había sido liberado en el marco de recuperación de la especie. Fallaron los sistemas de seguimiento y la tapir fue encontrada sin vida. La teoría que se manejó es que había caído en manos de un cazador o de un sereno que le disparó porque se había asustado al detectar su presencia. Pero nunca se pudo determinar quién y por qué la ultimó.
El caso de las corzuelas tuvo una gran repercusión en las redes sociales. La Policía sigue investigando el caso y en la Justicia por el momento no se habría abierto ninguna investigación. Sí trascendió que Javier Lobo Aragón, representante legal del dueño de la finca donde se cometió la matanza, se ofreció a colaborar con la investigación. “Lo grave del caso es que estas personas ingresaron sin ningún tipo de autorización a las tierras de mi asistido. Violaron la propiedad privada, incumplieron con el reglamento de caza que dispone que no se puede ingresar a un campo privado sin permiso, mataron especies protegidas y, como si eso no fuera poco, en una zona preservada”, explicó el profesional.
EL ÚLTIMO CASO. El furtivo posando con siete corzuelas hembras.
“Esta es una oportunidad para que la Justicia aplique el mismo criterio que el caso del Yaguareté. Esperemos que eso se cumpla”, aseguró Juan Pablo Juliá, titular de la Reserva Experimental de Horco Molle.
Problemas
Lazarte dijo que la ley de caza vigente en la provincia no contempla un castigo penal contra los cazadores furtivos, sí considera que se trata de una infracción. “La Policía, que es la autoridad de control, puede secuestrar las armas y hasta los vehículos en los que se movilizan los aficionados que violan las normas. Flora y Fauna establece una multa y, si la pagan, pueden recuperar sus bienes”, explicó Lazarte.
“La verdad es que ya no entiendo nada. Por qué si hubo un castigo ejemplar en el caso del yaguareté y aquí no pasó nada todavía. Allá los tipos no podrán salir dos años de su casa y acá, un chirlito en la billetera y punto”, reflexionó Ramírez.
“Por eso es fundamental que se cambie la normativa. En gran parte del mundo se están cambiando las leyes para proteger a los animales. Las autoridades tienen que darse cuenta de esta situación”, explicó Vanesa Zanacchi, abogada especialsta en derecho animal.









