Atlético Tucumán cayó ante Newell’s: errores defensivos y cambio de esquema

En un duelo vibrante por los octavos de final de la Copa Argentina, Newell’s derrotó 3-2 a Atlético Tucumán en Salta.

Atlético Tucumán cayó ante Newell’s: errores defensivos y cambio de esquema

Atlético y Newell’s entregaron un partidazo lleno de emociones, pero sólo para los neutrales. Los hinchas involucrados sufrieron un trámite que estuvo marcado por decisiones tácticas que condicionaron el juego y el resultado. El conjunto de Cristian Fabbiani se impuso en un duelo en el que la presión alta, la solidez en los duelos y la contundencia aérea marcaron la diferencia.

Desde el inicio, Newell’s dejó clara su idea: presionar alto cada salida del “Decano”, incomodando a los laterales Maximiliano Villa y  Miguel Brizuela, que rara vez recibieron con libertad. Fabbiani repitió un plan que ya había utilizado en su etapa en Riestra: pelotazo frontal hacia el delantero de referencia -en este caso, Carlos González- y aprovechar la segunda jugada para instalar el equipo en campo rival. Esa fórmula, tan simple como efectiva, se repitió durante toda la noche y fue un problema sin solución para los de Lucas Pusineri.

Atlético, por su parte, intentó responder con un juego más elaborado. La conexión de Lautaro Godoy fue clave para enlazar líneas, aunque el equipo alternó momentos de buen toque con pérdidas inoportunas. Adrián Sánchez tuvo la misión de seguir de cerca a Ever Banega para impedir que el capitán “rojinegro” organizara el juego, una tarea que cumplió a medias.

Uno de los puntos bajos en el “Decano” fue el debut de Fausto Grillo. El defensor nunca pudo controlar a González, que le ganó por arriba y por abajo, convirtiéndose en un dolor de cabeza permanente. Tampoco Marcelo Ortiz mostró la seguridad habitual, y Kevin Ortiz estuvo menos preciso que en partidos anteriores. El equipo tucumano sufrió especialmente en los duelos mano a mano, algo que Newell’s supo explotar.

La decisión de Pusineri de cambiar su habitual 5-3-2 por un 4-3-3 dejó al equipo con menos marca en el medio y más expuesto a los desbordes. Eso abrió la puerta para que la “Lepra” eligiera con insistencia el juego por las bandas y los centros al área.

En el segundo tiempo, el “Decano” mostró más juego asociado, pero al llegar a tres cuartos de cancha se quedó sin ideas. Los centros cruzados fueron su recurso principal, aunque con poca precisión más allá de las jugadas puntuales que terminaron en gol. Faltaron remates de media distancia y rupturas por dentro, lo que facilitó la tarea defensiva de los rosarinos. Lollo y Noguera neutralizaron a Díaz sin demasiadas complicaciones.

Fabbiani, fiel a su libreto, mantuvo un esquema conservador con un 5-4-1 en el que González fue el faro ofensivo. El paraguayo ganó casi todos los duelos aéreos, pero también supo pivotear y descargar para sus compañeros, generando peligro constante. Banega, aunque más contenido en defensa, aportó criterio cuando pudo tomar contacto con la pelota. González coronó su noche definiendo el partido.

El 3-2 fue todo obra del delantero que le ganó dos veces a Grillo. Primero por arriba, para dejarle la pelota a Maroni, que devolvió gentilezas para González que se posteó en el punto penal y de media vuelta definió de derecha. 3-2 y clasificación para los rosarinos.

El balance dejó en claro que Newell’s supo leer mejor el partido. Presionó cuando debía, explotó las falencias defensivas rivales y capitalizó cada oportunidad en el área. Atlético, en cambio, padeció su cambio de esquema, careció de solidez en los duelos y no logró plasmar su idea de juego durante los 90 minutos. La diferencia estuvo, literalmente, en la cabeza: los primeros cuatro goles del encuentro llegaron por esa vía (el quinto también se gestó en las alturas), pero Newell’s fue más certero y disciplinado en su plan, lo que le permitió avanzar a los cuartos de final de la Copa Argentina.

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