¿Qué dijo el principal sospechoso del caso de Diego Fernández Lima?
La misteriosa desaparición de Diego Fernández Lima parece encontrar mayor claridad 41 años después, de la forma más impensada y escalofriante. Los restos óseos del joven de 16 años podrían hallarse en una fosa junto al emblemático chalet del líder de Soda Stereo y el homicida parece haberse contactado con los obreros y encargados de una obra que se estaba llevando a cabo cerca del cadáver.
Norberto Cristian Graf se convirtió en el nombre que más resuena entre los culpables por el hallazgo de restos óseos en mayo de este año, mientras se realizaban trabajos de demolición en una casa del barrio porteño de Coghlan, justo al lado de donde vivió Gustavo Cerati. Se trata de un hombre de 56 años que fue compañero de Diego en la escuela y quien fue la última persona en ver al joven con vida.
Luego de la confirmación del hallazgo de restos óseos por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), donde se indicó que la muerte de Diego había sido "a todas luces violenta", trascendió la charla que habría tenido Graf con los trabajadores de la zona, donde habría deslizado sus teorías sobre los restos hallados.
El momento del hallazgo
Daniel Scarfo, licenciado en Seguridad e Higiene y responsable de una obra en construcción que se estaba llevando a cabo muy cerca del lugar donde encontraron el cadáver comentó a Infobae la charla que tuvo con el presunto asesino.
Aquel 20 de mayo, cuando se produjo el hallazgo, un colega suyo que sí trabajaba en el predio donde vivió Cerati lo llamó con una noticia que lo estremeció. “Yo estaba en otra obra cerca, me llama mi colega de Seguridad e Higiene y me dice ‘Dani, mirá, acá hay unos restos óseos en la obra. Parece un cuerpo humano’”, contó el licenciado.
Daniel le dijo que llamaran a las autoridades. “Cuando yo llego estaba la Policía. Veo también ahí los restos porque mi compañero ya lo había cercado con una cinta de peligro para que nadie se acerque”, continuó.
La charla con el sospechoso
Según su relato, en medio de la conmoción y el susto, apareció Graf en la escena. Este se mostró calmado y conversó con ellos. Graf arrojó tres posibles teorías sobre el origen de los huesos encontrados en el patio de su casa, que por entonces, no levantaron ninguna sospecha en los trabajadores que lo estaba escuchando.
"Empezó a hablar con nosotros y dio la hipótesis de que probablemente eso había sido porque antes fue una iglesia hace muchos años", dijo. El sospechoso señaló que podrían haber sido los restos de un cura que quizás habrían enterrado.
También sugirió que pudo tratarse de restos vinculados a un establo, porque "eso podía ser algo viejo".
Por último, mencionó que además podría haberse tratado de un camión de tierra que él "había pedido para nivelar cuando hicieron la pileta”, y que quizás en medio de las toneladas estaban aquellos restos. Este hecho ocurrió el 20 de mayo pasado, y en ese momento no se tenía idea acerca de la identidad de la víctima.
Un avance clave
El experto en construcciones contó que semanas antes, Cristian Graf se había acercado a preguntar por un corte de agua en el barrio, y que siempre se mostró cordial. Esto había ocurrido cuando hubo un problema con un caño; algo que generó que en otras oportunidades tuviera breves contactos con los albañiles para solicitarles materiales.








