

Más allá de su uso como aderezo o conservante, el vinagre de manzana se ha convertido en un aliado clave en la cocina, especialmente al preparar legumbres como porotos, lentejas, garbanzos y habas. Su acidez no solo potencia el sabor de los alimentos, sino que también genera beneficios concretos durante la cocción y en la posterior digestión.
Una de sus principales ventajas es que ayuda a mantener la piel de los granos firme, evitando que se rompan o deshagan con facilidad. Este efecto no solo mejora la presentación del plato, sino que también favorece su digestión, algo fundamental si se considera que muchas legumbres pueden causar sensación de pesadez o gases por la presencia de oligosacáridos.
Según un artículo de la Canadian Digestive Health Foundation, la falta de ácido estomacal puede dificultar la digestión, pero la incorporación de ácido extra, como el del vinagre de manzana, podría estimular su producción y facilitar la descomposición de los alimentos.
Además, algunos especialistas señalan que este tipo de vinagre mejora la absorción del hierro presente en las legumbres sin afectar su sabor ni valor nutricional. Sin embargo, su consumo excesivo no está recomendado: podría dañar el esmalte dental, irritar la garganta, provocar molestias estomacales, reducir los niveles de potasio e incluso agravar síntomas de úlceras.
Por otra parte, el sitio especializado Healthline resalta que el vinagre de manzana equilibra el sabor de las comidas sin necesidad de añadir sal y, además, prolonga la conservación de los platos en el refrigerador gracias a sus propiedades como conservante natural.
En la misma línea, un artículo de la Harvard T.H. Chan School of Public Health sugiere agregar el vinagre una vez que el agua está caliente, pero antes de que las legumbres se hayan ablandado por completo. De este modo, se logra una cocción más uniforme y nutritiva, algo especialmente útil cuando se preparan grandes cantidades.
Tips prácticos para usar vinagre en la cocción de legumbres
- Añadir entre 1 y 2 cucharadas de vinagre por litro de agua.
- Incorporarlo cuando los granos comiencen a ablandarse.
- En caso de no contar con vinagre de manzana, el vinagre de arroz es una buena alternativa.
Incorporar vinagre de manzana durante la cocción de las legumbres no solo mejora su sabor y textura, sino que también contribuye a una mejor digestión, optimiza la absorción de nutrientes y extiende la vida útil de los alimentos. Un simple gesto con múltiples beneficios.







