

El endeudamiento de los hogares alcanza el nivel más alto en 20 años: Los argentinos enfrentan un preocupante récord: el 19% de los ingresos familiares se destina hoy al pago de deudas. Se trata del nivel más alto en dos décadas, según datos del Banco Central (BCRA).
Este fenómeno, que tuvo un pico similar solo en 2017 durante el gobierno de Mauricio Macri, se intensificó durante el último año pese a la desinflación y a un tipo de cambio estable.
El aumento del endeudamiento fue, en muchos casos, la única vía que encontraron los hogares para sostener niveles mínimos de consumo tras años de pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, los ingresos no crecieron al mismo ritmo que las obligaciones financieras.
¿Por qué los bancos restringen los créditos?
En este contexto, las entidades financieras comenzaron a endurecer los requisitos para otorgar nuevos préstamos, tanto a familias como a empresas.
La razón principal: la suba de la morosidad y el temor a una escalada de impagos. De hecho, según el BCRA, el índice de irregularidad del crédito al sector privado subió al 2,6% en mayo, mientras que la morosidad de los créditos otorgados a hogares alcanzó el 4,5%.
Con este nivel de riesgo, los bancos tienden a restringir el acceso al financiamiento para proteger sus balances.
Suba de tasas de interés: el crédito se encarece
La política monetaria del Gobierno, encabezada por el ministro Luis Caputo, agravó el panorama:
Se refinanció la deuda en pesos al 65% anual.
Se aumentaron los encajes bancarios al 40%.
Y en consecuencia, se encareció el crédito al consumo.
El Costo Financiero Total (CFT) de las tarjetas de crédito trepó al 184,3% anual, cuando a comienzos del año estaba en 114%.
Esta suba en las tasas impacta directamente sobre el acceso a financiamiento de los hogares, que ahora deben elegir entre seguir endeudándose o ajustar aún más su consumo.
Los salarios siguen perdiendo contra la inflación
A pesar de la desaceleración inflacionaria, los salarios no se recuperan en términos reales:
Los sueldos de los trabajadores privados formales están un 1,2% por debajo de los niveles de noviembre de 2023.
En el sector público, la pérdida de poder adquisitivo es mayor: el salario de bolsillo cayó 5,5% en solo cuatro meses, según el economista Federico Pastrana.
“La desinflación que se celebraba el año pasado ya no se siente. La caída real de los ingresos explica la tensión actual en las finanzas familiares”, señaló Pastrana a iProfesional.
Las paritarias no alcanzan: solo dos gremios empatan o ganan
En este escenario, la mayoría de las paritarias no logran ganarle a la inflación. Según un relevamiento de la consultora Synopsis:
SMATA (mecánicos) es el único sindicato que logró una mejora del 2,4% por encima de la inflación acumulada de enero a junio.
La Bancaria logró empatar con la inflación, pero sin ganancias reales.
El resto de los sindicatos arrastra pérdidas en el poder adquisitivo, lo que tensiona aún más la situación social.
¿Qué puede pasar en los próximos meses?
El economista Sebastián Menescaldi, de la consultora Eco Go, advirtió que la suba de tasas tendrá un efecto negativo sobre la economía real:
“No descarto un estancamiento, o incluso una pequeña recesión en el corto plazo”, afirmó.
Con ingresos en caída, financiamiento más caro y mayor morosidad, la recuperación del consumo parece cada vez más lejana, y los bancos seguirán cautelosos a la hora de prestar.







