INTELIGENCIA ARTIFICIAL. Microsoft lanzó un experimento global que revela lo difícil que es distinguir una foto real de una creada por IA. / MICROSOFT
¿Podés distinguir una foto real de una creada por la inteligencia artificial (IA)? Microsoft cree que no es tan sencillo y decidió comprobarlo con un experimento global. La compañía lanzó un concurso en línea que reta a miles de usuarios a identificar el origen de distintas imágenes, y revela hasta qué punto la tecnología y la percepción humana se ponen a prueba mutuamente.
La iniciativa surge en un momento clave: mientras las herramientas generativas avanzan a un ritmo vertiginoso, el debate sobre la veracidad de los contenidos digitales se vuelve cada vez más urgente. Y lo que está encontrando Microsoft con su desafío deja una conclusión inquietante: en promedio, las personas aciertan sólo el 63% de las veces, según informó la compañía de Bill Gates en una publicación oficial.
En otras palabras, hoy diferenciar lo real de lo artificial es casi tan incierto como lanzar una moneda al aire.
Cómo funciona el concurso de Microsoft
El experimento llamado Real or Not Quiz utiliza una base de datos de 287.000 imágenes que mezcla fotografías auténticas con creaciones generadas por inteligencia artificial (IA) provenientes de diversas plataformas, incluidas ChatGPT y Grok.
La dinámica es simple: cada participante se enfrenta a 15 imágenes seleccionadas al azar, y debe decidir si lo que ve es una foto capturada por una cámara convencional o una producción digital. Al finalizar, obtiene un puntaje y puede repetir el desafío con una nueva tanda de imágenes para medir su progreso personal.
Hasta ahora, más de 12.500 personas participaron del reto, dejando un caudal de respuestas que Microsoft analiza para entender mejor cómo procesamos la información visual. El concurso sigue abierto y cualquier persona puede sumarse mediante el sitio realornotquiz.com
Lo que revelan los resultados
El informe preliminar de Microsoft, citado por medios especializados como Wired, muestra que el promedio global de aciertos se ubica en el 63%. Esto significa que, aunque la intuición juega un papel importante, las imágenes generadas por IA ya logran confundir a la mayoría.
Las fotografías más difíciles de clasificar son aquellas en las que la inteligencia artificial parte de una imagen real y luego la altera digitalmente. En ese tipo de casos, el porcentaje de aciertos cae al 21 o 23%.
Curiosamente, no siempre las imágenes falsas son las más convincentes. Las fotos reales tomadas en condiciones extremas, como escenas militares o ambientes con iluminación atípica, suelen ser interpretadas erróneamente como artificiales, con tasas de error que superan el 80%.
Otro hallazgo interesante es que las imágenes generadas en baja calidad engañan con mayor facilidad: los usuarios tienden a asociar la buena resolución con autenticidad, un sesgo que la IA parece estar explotando.
Lo que sí podemos detectar mejor
No todos los tipos de imagen desafían por igual al ojo humano. Según el análisis de Microsoft, las personas tienden a identificar con mayor precisión las imágenes de rostros humanos creadas por IA. Esto se debe a que el cerebro está entrenado para detectar pequeñas inconsistencias en expresiones, proporciones o detalles faciales.
Sin embargo, la dificultad aumenta cuando se trata de paisajes u objetos. Allí, la percepción se vuelve menos precisa, ampliando la brecha entre lo que creemos ver y lo que realmente está frente a nosotros.
Un juego que abre un debate serio
Aunque el concurso tiene un formato lúdico, la compañía reconoce que el objetivo va más allá del entretenimiento. En su comunicado, Microsoft plantea que este tipo de ejercicios son clave para diseñar herramientas que ayuden a etiquetar o autenticar imágenes en el futuro.
En paralelo, el fenómeno muestra cómo los usuarios que consumen gran parte de sus contenidos en redes sociales deberán desarrollar nuevas habilidades para navegar un entorno digital donde la inteligencia artificial se integra cada vez más a la vida cotidiana.







