La visita de la especialista en educación de Unicef Cora Steinberg dejó varios conceptos con respecto al uso de inteligencia artificial y celulares en el aula y sirven para una reflexión profunda sobre lo que está sucediendo y sobre lo que se viene en este campo. “La IA y el celular ya están incorporados en la vida de los chicos. No los pondría en un lugar de prohibición, sino más bien de regulación”, dijo, a manera de definición del tema.
A menudo se da cuenta de los diferentes desafíos que se presentan con el uso constante de los celulares en las aulas, como por ejemplo la reciente decisión de Salta de atenuar la utilización de teléfonos móviles y de prohibir la comunicación digital directa entre docentes y alumnos a través de Whatsapp, tras varios casos de grooming y mal uso de dispositivos. “Un estudio reciente de Unicef señala que el 95% de los chicos de 9 a 17 años tiene un celular con conectividad (...) Esto ya está en nuestras escuelas y nosotros todavía no hemos logrado transformarla en nuevas habilidades, no digo digitales, sino de convivencia en el entorno digital. Habilidades de pensamiento crítico para evaluar qué información de la que circula en el mundo digital es valiosa y qué me sirve, por ejemplo cómo reconocer una ‘fake new’ (noticia falsa)”, dijo Steinberg, que advirtió que los especialistas dicen que los caminos de prohibición siempre son cortos, y citó el caso de Mendoza donde, explicó, la limitación no funcionó.
La especialista agregó que en la encuesta nacional que se hizo en Unicef junto con Unesco hace unos meses, “Kids on line” (niños y niñas conectados), “se muestra que el 48% de los chicos de 9 a 17 años reconoce un uso problemático con las tecnologías; es decir, sienten que no pueden dejar el celular ni las redes. Además el 27% de chicos y chicas miran contenidos sensibles”. Hay un riesgo alto en caso de que un niño y un adolescente miren cosas que les sugieren daño y luego el algoritmo les envía más de ese tipo de contenido “y eso termina impactando en su autoestima”. Agregó que “el 58% de los chicos admite que usa IA y dos de cada tres, para temas escolares”.
La especialista ha sugerido que, en vez de prohibir, se puede pensar en enseñar prácticas de desconexión, autorregulación, de autonomía progresiva para que los chicos desarrollen su capacidad de entender cuándo es útil una herramienta o una respuesta.
Plantea que se ha demostrado que cuando padres, docentes y adultos cercanos acompañan a los chicos en el uso de las tecnologías disminuye el riesgo. Añade que se debe “acompañar a los profesores en una actualización, para que puedan conocer ellos estas herramientas, cómo manejarse y llevarlas al aula, pero sobre todo cómo hacer un uso crítico, no para copiar y pegar ni obtener una respuesta perfecta, sino para hacer un ejercicio crítico: analizar qué propone la IA, ver si tiene una situación de sesgo, qué referencias está considerando, si deja fuentes de lado”. Todo esto -conlcuyó- “tiene que ser parte de las herramientas del profesor, pero primero tiene que conocerlas, y desde la formación profesional”.







