INSÓLITA ANÉCDOTA. Sergi Gómez reveló datos del pasado de Mauro Icardi como cazador
En La Masía se forman futbolistas y se cruzan personajes. Mauro Icardi pasó por la cantera del Barcelona entre 2008 y 2011, antes de que la Sampdoria pagara 300.000 dólares para llevarse a un goleador joven, potente y muy distinto a lo que pedía el estilo del club catalán. Su paso fue breve, pero dejó huella en quienes lo conocieron. No precisamente por su talento.
Sergi Gómez, defensor hoy en el Espanyol, convivió con Icardi durante esa etapa. Compartían departamento con otros dos nombres que luego llegarían a Primera: Marc Muniesa y Sergi Roberto. Eran cuatro chicos en un mismo piso, adaptándose a la rutina exigente de una de las canteras más exigentes del mundo. Hasta que un día, Mauro le propuso un plan insólito.
“Me dice: ‘Sergi, vamos al parque que está al lado’. Ahí fuimos. Era un lugar con árboles altísimos”, relató Gómez. Lo que no esperaba era lo que iba a suceder después: Icardi había fabricado una gomera artesanal con una rama en forma de “Y” y una goma que había comprado en la ferretería. “¿Qué hacés con eso?”, le preguntó. “¿Ves allá arriba?”, respondió el rosarino, señalando la copa de un árbol de más de 20 metros. “Yo apenas distinguía un pino, pero él me dijo: ‘No, más arriba’. Y había una paloma que desde el suelo era imposible de ver”.
Apuntó, tensó la goma y lanzó. La piedra impactó. La paloma cayó. Y ahí empezó lo más inesperado. “Volvimos a la residencia. Mauro le sacó todas las plumas, le quitó las piedritas del cuello, abrió el ave, encendió una hoguera y la cocinó. Se la comió ahí mismo, delante de mí”, contó Gómez, todavía sorprendido por la escena. “Yo pensé: ‘La que me espera con este personaje’”.
La anécdota quedó en el recuerdo como un capítulo surrealista de la vida en La Masía. “Se cargó una paloma, la cocinó y se la comió. Literal”, repitió el defensor, entre risas. “Vivimos muchos años juntos, le tengo aprecio. Si ve esto, sabe que lo tengo en mi corazón”, aclaró.
Aunque no debutó en Primera con el Barcelona, Icardi aprovechó su paso por el club para despegar. Llegó al Juvenil A y, desde ahí, saltó a la Sampdoria. A partir de ahí construyó una carrera sólida: fue goleador en el Inter, ganó títulos con el PSG y se reinventó en el Galatasaray, donde volvió a ser figura y máximo artillero.
La anécdota con la paloma resurgió en medio de un nuevo conflicto mediático entre Icardi y Wanda Nara, su esposa y representante, con rumores de divorcio cada vez más fuertes. El recuerdo se volvió viral y reactivó el debate sobre el costado excéntrico del delantero. Pero más allá del escándalo, la historia dice mucho de un Icardi adolescente que, en lugar de adaptarse al molde de La Masía, se fabricaba su propia gomera para cazar.







