Dos observatorios volcánicos, uno de Argentina y otro de Chile, elevaron el nivel de alerta de un complejo volcánico a amarillo. Se trata de los volcanes Planchón-Peteroa, ubicados en la provincia de Mendoza, cuya actividad cambió recientemente, despertando la atención de los investigadores y los pueblos más cercanos.
El Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) y el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (Ovdas) de Chile, informaron el 18 de julio el inicio del estado de alerta técnica amarilla del Complejo Volcánico Planchón-Peteroa. La alerta pasó de verde –estado de calma– a amarillo.
La alerta amarilla no implica una erupción inminente, sino que existen parámetros que se registraron por encima del promedio o de las bases de actividad. Por ello es necesario realizar un seguimiento más cercano para ver su evolución. Desde la alerta, se deben emitir informes quincenales advirtiendo sobre la nueva actividad.
“Gracias al monitoreo y vigilancia permanente de los observatorios vulcanológicos, es posible realizar el seguimiento en tiempo real de los distintos parámetros medidos a través del instrumental específico instalado en las inmediaciones del volcán, así como también mediante el uso de sensores remotos”, explicó el Servicio Geológico Minero de Argentina.
¿Qué implica la alerta amarilla de un volcán?
La advertencia se dio porque se reconocieron cambios en el comportamiento de la actividad volcánica. Esto indica que hay una serie de escenarios posibles, tanto para la formación geológica como para el entorno.
“Variaciones en los niveles de los parámetros derivados de la vigilancia indican que el volcán está por encima de su nivel de base y que el sistema es inestable pudiendo evolucionar, aumentando o disminuyendo esos niveles. Pueden registrarse fenómenos como enjambres de sismos de forma más frecuente, algunos de ellos sentidos; emisiones de ceniza; lahares; cambios morfológicos; ruidos; olores de gases volcánicos entre otros, que puedan alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia.
A cada nivel de alerta le corresponde una serie de recomendaciones destinadas al cuidado de la población. Se sugiere:
- Mantenerse alerta y seguir las indicaciones que emitan las autoridades de Protección Civil
- Estar informado sobre las medidas de prevención ante la posibilidad de caída de ceniza volcánica
- Revisar los planes de emergencia ante la ocurrencia de erupciones volcánicas
- Participar de talleres de divulgación y simulacros de evacuación








