El 1° de agosto es un día ideal para sahumar los hogares
Cada 1º de agosto, en vastas regiones del noroeste argentino y otros territorios andinos, se lleva a cabo una práctica ancestral: sahumar. Con humo de hierbas como la ruda, el incienso o el copal, las familias purifican sus hogares y agradecen a la Pachamama por los frutos recibidos. Pero una pregunta frecuente surge cada año: ¿el sahumo debe hacerse solo el 1º de agosto o se puede extender durante el mes?
La respuesta, como ocurre con muchas prácticas populares y espirituales, varía según las creencias locales y la transmisión oral de generación en generación. Si bien el primer día de agosto marca el inicio del Mes de la Pachamama, muchas comunidades sostienen que el sahumo puede y debe repetirse durante todo el mes.
“Agosto es un mes especial, de renovación, de preparación para la primavera. Sahumar no es solo una acción puntual, es una actitud espiritual. Se puede sahumar todo el mes para mantener el equilibrio y limpiar las energías acumuladas”, explica una especialista en cosmovisión andina.
En algunos hogares, el sahumo se acompaña de rituales más complejos: ofrendas de comida, hojas de coca, bebidas y objetos simbólicos. En otros, basta con pasar un sahumerio por cada habitación mientras se pide protección y salud para los integrantes de la familia.
También es común que el 1º de agosto se tome como el día de inicio, y que luego se repitan pequeños sahumos en momentos clave: antes de un viaje, al comenzar un proyecto o al sentirse "cargado" de energías negativas.
“Lo importante no es la fecha exacta, sino la intención con la que se hace”, señala una curandera de Cafayate.
En tiempos donde las prácticas espirituales ganan terreno como formas de reconexión con la naturaleza y con uno mismo, el sahumo sigue vigente. Y aunque el 1º de agosto concentra los rituales más tradicionales, muchos optan por repetir el gesto durante todo el mes e incluso cada vez que lo sienten necesario.
La Pachamama, generosa y paciente, no lleva agenda.







