El té de jengibre: entre el remedio natural y el consumo excesivo

Como suele ocurrir con los remedios naturales que se instalan como panaceas, el consumo desmedido puede traer efectos no deseados.

El jengibre puede tomarse en el té y agregarle limó El jengibre puede tomarse en el té y agregarle limó
02 Agosto 2025

Durante siglos, el jengibre ha sido una raíz venerada por sus propiedades medicinales. Desde la medicina tradicional china hasta las infusiones que hoy se sirven en cafés de moda, su uso como antiinflamatorio, digestivo y energizante ha ganado popularidad. Pero, como suele ocurrir con los remedios naturales que se instalan como panaceas, el consumo desmedido puede traer efectos no deseados. ¿Cuáles son realmente los beneficios del té de jengibre? ¿Y qué riesgos puede implicar su abuso?

Los beneficios comprobados

Diversos estudios respaldan que el jengibre contiene compuestos bioactivos como el gingerol, responsable de sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Entre sus ventajas más reconocidas:

Alivio de las náuseas: especialmente útil para mujeres embarazadas en el primer trimestre o personas que sufren mareos por movimiento.

Mejora de la digestión: estimula la saliva y la producción de bilis, facilitando los procesos digestivos.

Reducción del dolor muscular y articular: gracias a sus efectos antiinflamatorios, puede colaborar con el alivio de dolores leves.

Refuerzo del sistema inmunológico: sus propiedades antivirales y antibacterianas lo convierten en un aliado durante temporadas de gripe o resfríos.

Control del azúcar en sangre: investigaciones preliminares indican que puede ayudar a regular los niveles de glucosa en personas con diabetes tipo 2.

Los riesgos del consumo excesivo

Aunque natural, el jengibre no es inocuo. “Hay una tendencia a creer que porque es una planta, no tiene contraindicaciones, pero no es así”, advierte la nutricionista María Elena Fassi, especialista en medicina integrativa.

Entre los posibles efectos adversos del consumo excesivo (más de 4 gramos diarios en adultos), se destacan:

Irritación estomacal: en personas sensibles, puede causar acidez o molestias gastrointestinales.

Interacciones con medicamentos: especialmente anticoagulantes, ya que el jengibre puede potenciar su efecto y aumentar el riesgo de sangrado.

Bajada de presión y azúcar: en personas con hipotensión o hipoglucemia, podría generar mareos o debilidad.

Complicaciones en el embarazo: aunque es seguro en dosis bajas, su uso prolongado debe ser supervisado por profesionales, sobre todo en el tercer trimestre.

¿Cuánto es demasiado?

Un par de tazas al día de té de jengibre, preparado con una rodaja de raíz fresca o una cucharadita de polvo, suele ser una cantidad segura para la mayoría de los adultos. Sin embargo, cada organismo reacciona distinto. Las personas con afecciones cardíacas, diabetes o que toman medicación crónica deberían consultar a su médico antes de incorporarlo de forma habitual.

El balance, como siempre, es clave

Como en casi todos los aspectos de la nutrición, la clave no está en los extremos, sino en el equilibrio. El té de jengibre puede ser una herramienta útil para complementar un estilo de vida saludable, pero no sustituye tratamientos médicos ni debe tomarse como un “cura todo”.

El auge de las infusiones naturales es un síntoma de una búsqueda más consciente del bienestar, pero también una invitación a informarnos con rigor. Porque hasta las raíces más nobles pueden volverse amargas si se consumen sin medida.

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