Para Colapinto pasó más de lo mismo, esta vez en Bélgica

Después de la lluvia, su Alpine fue un auto sin ritmo y apenas pudo terminar 19°; otro 1-2 de McLaren.

DIÁLOGO. Colapinto charla durante la pausa obligada por la lluvia con el español, Fernando Alonso. DIÁLOGO. Colapinto charla durante la pausa obligada por la lluvia con el español, Fernando Alonso.

Para ver el comienzo de la carrera de la F-1 en Bélgica hubo que tener paciencia. Y por varios motivos, hubo que mantenerla durante su desarrollo. Suele suceder que, en el legendario circuito de Spa-Francorchamps, el clima juegue un papel determinante. Pasó esta vez. Durante prácticamente una hora y cuarto, según el horario estipulado de largada, no hubo acción por una tormenta, que sí estaba en los pronósticos, pero que siempre modifica planes y abre interrogantes. Luego sí hubo competencia, con resultados previsibles: Franco Colapinto viajando en el fondo del pelotón con un Alpine que parece una carreta y los McLaren dominando a voluntad, con el australiano Oscar Piastri adelante, seguido a poca distancia por el británico Lando Norris.

A pesar de estar en pleno verano europeo, las condiciones meteorológicas en la región de las Ardenas son siempre muy variables, y condicionan tanto la preparación como el resultado de la carrera. Y esta vez, ¡la lluvia fue mucha y sostenida! Y pasó desde bastante antes del horario previsto para la prueba. La FIA ordenó entonces hacer una vuelta de formación, detrás del auto de seguridad. A baja velocidad, ni quien partía adelante, Norris, podía ver bien. “El problema no es el agua acumulada, sino el spray que se levanta”, alcanzó a decir por radio a su equipo.

La precisión de los datos del tiempo para una carrera de F-1 es impresionante. Al segundo, se diría. La respuesta está en la localización. La F-1 tiene una empresa que le provee los datos. En lugar de mirar el panorama general, se centra en un parche muy estrecho del cielo, rastreando tormentas, incluso nubes individuales que puedan acercarse al circuito.  Y a esto se suma que cada equipo tiene su departamento de meteorología. Así, los ingenieros de carrera les brindan a sus pilotos información precisa: cuántos minutos faltan para que comience a llover; en qué curva golpea primero; qué tan intenso; por qué duración. Los puntos, a veces las propias carreras, se ganan y se pierden en función de la interpretación de lo que va a hacer el clima. Ante ello, hay que actuar en consecuencia.

Sólo que esta vez dio la impresión que se les fue la mano en la espera y la competencia demoró demasiado en tener luz verde.

Por fin, carrera, luego de cuatro vueltas con auto de seguridad y una hora y media después del horario estipulado.  Y fue una competencia que, lejos de las previsiones, entregó emociones a cuentagotas, porque se hizo prácticamente por completo sobre piso seco. Un detalle marca esta falta de golpes de escena: más allá del dominio de los McLaren, el 3°, el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) llegó a más de 16” del segundo lugar.

¿Y qué pasó esta vez con Colapinto? Largó finalmente 15° y no 17°, porque hubo pilotos que rompieron el parque cerrado, por lo que debieron salir desde boxes. En la vuelta 8 perdió un puesto con el británico Lewis Hamilton. En la12 quedó 13° por un ratito porque comenzó el show del cambio de neumáticos de lluvia por los medios. Él también ingresó y quedó 17° en el pelotón. Avanzó al 15° lugar en el giro 15. Y después empezó su debacle, justo después de tener quizás su mejor momento en la pista: sucede que bajó al puesto 16° en la vuelta 21 cuando el italiano Kimi Antonelli (Mercedes) lo pasó después de un intenso mano a mano. Segundos después ya estaba 17° en la 22, ocasión en la que lo supera el canadiense Lance Stroll (Aston Martin). 

Ya se notaba entonces la degradación de los neumáticos del Alpine y la merma de rendimiento. En la vuelta 30 entró a los pits otra vez a cambiar neumáticos por medios y quedó 19°. Pero nada sirvió, porque el ritmo del coche nunca mejoró, todo lo contrario. Terminó a 3”124/1000 del que llegó 18°, el español Carlos Sainz (Williams). Y un dato extra que no es bueno para el bonaerense: Alpine volvió a sumar un punto por intermedio del francés Pierre Gasly, que se “bancó” más de 30 vueltas de competencia con neumáticos medios. Esto vuelve a marcar qué clase de auto tiene Franco y qué mala estrategia de carrera dispone el equipo para él, porque queda claro que estas cosas no están fluyendo en su manejo, porque como piloto mantiene su sed de velocidad.

En pocos días, exactamente el domingo próximo, se corre en el trazado de Hungaroring (Hungría) la fecha 14. Y después vendrá el receso de verano boreal hasta el 31 de agosto, cuando se acelere en Países Bajos. Con tan poco tiempo de diferencia entre lo sucedido en Bélgica y la carrera húngara, no parece haber mucho para hacer entre Colapinto y Alpine. Como se dijo al principio, sólo hay lugar para más paciencia.

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