Ariana Harwicz: “Una novela tiene que perturbar, incomodar”

Ariana Harwicz llegó a Tucumán para participar del FILT y celebró las propuestas federales. “El lector ideal no está en un solo lugar”, afirmó.

RAÍCES. La autora emigró a Francia hace años pero sigue conectada a su país. RAÍCES. La autora emigró a Francia hace años pero sigue conectada a su país.

Ariana Harwicz desembarcó en Tucumán con la misma fuerza con la que escribe. Voraz, audaz, filosa. La autora de “Matate amor” participará hoy por primera vez del Festival Internacional de Literatura (FILT) para hablar sobre sus libros, donde la maternidad no es sagrada, el deseo es oscuro y el lenguaje sangra.

Harwicz, una de las voces más provocadoras de la narrativa contemporánea en español, vive hace casi dos décadas en Francia, pero no suelta el pulso ni la tensión del idioma. En diálogo con LA GACETA, la autora habla de la escritura como trance, del arte como disidencia y del poder de una novela para incomodar, abrir cuestionamientos o incluso generar odio.

-¿Qué creés que une narrativamente a tus tres novelas “Matate, amor”, “La débil mental” y “Precoz”? ¿Hubo un viaje personal detrás de esa tensión constante entre la maternidad y la violencia?

- Sí, es difícil recordar precisamente el momento en que uno las escribió, porque son momentos fuera de lo normal. Uno está en trance cuando escribe, como en un estado de alucinación, de estar desplazada, corrida, en otro universo. Y en este caso escribí las tres novelas una tras otra. Lo recuerdo como si me hubiese ido de viaje a otro mundo.

-Tu prosa combina lirismo, violencia y erotismo. ¿Cómo lográs equilibrar estas tres características sin perder la crudeza que también define tus obras?

-Siempre trato de que las palabras y las imágenes de mis obras estén atravesadas en partes iguales por un deseo de belleza en la lengua, mezclado con el horror, la crueldad, la violencia o la fealdad. Intento que toda mi escritura sea un juego de contrastes. Por eso nunca es puramente lírica ni me quedo solo en la violencia. Hay un péndulo constante.

-¿Creés que el arte hoy debe transgredir los límites? ¿Cuál es su rol en tiempos donde todo parece regulado por el mercado o la política?

-El arte siempre transgredió límites, pero hoy es clave que siga siendo independiente. Autónomo. Que no sea cooptado por el mercado, la política o la ideología. Muchas veces lo que se hace es secuestrar el arte y meterlo en una máquina donde todas las obras se parecen entre sí. En ese contexto, ninguna importa, ninguna existe de verdad. El arte tiene que ir por otro camino, por fuera de lo que dictan otras leyes.

- En 2021 dijiste que “la corrección política engendra arte infame”. ¿Podés profundizar eso, especialmente hoy, en plena cultura de la cancelación?

-Sí, esa frase sigue vigente. A medida que el arte nace ya adiestrado, pensando en el mercado o en quedar bien con cierta política, después es muy difícil que esa obra haga su propio camino. El sendero artístico es muy solitario. Al principio no le va a gustar a nadie, después les gusta a todos, luego a nadie otra vez… Es como una barcaza a la deriva. Pero si nació por especulación, es probable que no dure.

-Vivís en Francia desde hace casi 20 años. ¿Cómo afectó ese desplazamiento geográfico y lingüístico en tu manera de ver y escribir literatura?

- En todo y aunque mantengo una relación muy viva con Argentina, vivir en allá me atraviesa completamente: escucho otra lengua todos los días, los silencios son otros, la realidad política es otra. Ser inmigrante o extranjero te pone en un lugar que nunca habrías vivido siendo local. No se puede ser el mismo subjetivamente, y eso modifica toda la obra.

-¿Te imaginaste el impacto que podían tener tus libros al hablar de temas disruptivos como el lado no amable de la maternidad, o la violencia?

- No lo imaginé pero es lo más lindo del mundo. El destino más deseado es que un libro genere debate, discusiones, peleas, ideas. Que se lea y haga pensar en cosas como la depresión posparto, que es un diagnóstico, una enfermedad, un estado del alma. Aunque no es exactamente de lo que trata “Matate amor”, lo aborda. Y cuando salió el libro, no era tan aceptado decir eso en voz alta. Daba más vergüenza.

-¿Usás redes sociales? ¿Cómo vivís la exposición y las reacciones, sobre todo cuando tocás temas tan duros?

-Sí, tengo redes. Obviamente, cuando uno se expone, recibe hate. No es terrible, pero siempre hay algún insulto. Es como un circo romano virtual. Antes en Roma mataban a alguien por placer; hoy se elimina al otro en redes. Pero no lo tomo como tribuna. Las uso como notas literarias, las pienso como material para escribir ensayos, no más que eso.

- Es la primera vez que venís a Tucumán y participás del FILT. ¿Qué significa eso para vos?

- Me parece realmente importante. Si uno piensa en un lector ideal, ese lector nunca está en un solo lugar, no está concentrado en una lengua o en una cultura o en la capital de un país. No hay nada más lindo para un escritor que ver cómo sus libros viajan y poder encontrar lectores en diferentes provincias, latitudes, lenguas. Descentrarnos de Buenos Aires es, creo, un deseo que tiene cualquier autor. Sé la tradición que tiene este festival, sé los años que tiene y lo difícil que es mantenerlo.

- ¿Cuáles son tus próximos proyectos? ¿Qué tenés en mente?

-Me gustaría escribir un libro de cuentos. Nunca lo hice, y eso me parece vertiginoso y arriesgado, como debe ser la escritura. Quizás mininovelas, relatos breves. Y también se estrena “Matate, amor” en noviembre. Me entusiasma, porque es volver a ponerse en riesgo, ver qué pasa.

Como en cada uno sus libros, Ariana Harwicz no suaviza. Escribe para perturbar, para sacudir lo dado, para nombrar lo que incomoda. Su paso por el FILT viene a dejar en claro que la literatura no siempre está para calmar. A veces, y como ella misma dice, debe ser una barcaza a la deriva, que zarandea, que exige, que arde.

Propuesta nocturna: la noche del FILT en Derecho

Desde las 21.30 las alternativas continuarán en la Facultad de Derecho, con un Patio cervecero donde se podrá disfrutar de música + comida y birra.

Luego habrá un mano a mano con Ariana Harwicz, quien conversará con Sofía de la Vega y Verónica Juliano. Presenta: Manuel Martinez Novillo

A las 23 habrá Lectura x la ruta con Mariano Llinás, Carmen M. Cáceres, Adriana Riva, Valentín Monroy, Diego Font, Juli González, Grimanesa Lázaro

Para finalizar, habrá una fiesta desde la medianoche y hasta las 4.

Actividades en el MUNT

- En el patio del Museo de la UNT (San Martín 1.545), desde las 15 se realizará la Lectura EPAM, con la presencia de Carmen Chinetti, Mirta Zigalini, Mónica Fernández, Patricia Ismail, Mirta Oliva, Virginia Espinosa y Liliana López, coordinada por Carmen Fernández. Luego se realizará la “Asamblea de Letras: lxs estudiantes de letras (sí) escribimos”. con Sofía Martí, Irupé Arroyo, Esteban Carrasco, Martina Canevaro, Constanza Bonotto,Juan Peschiutta, Rosario Peralta, Celeste Ochoa y Camila Issa Osman.

- Una hora más tarde comenzará la mesa “Narrar las madres. Maternidad y literatura”, con Claudia Masin, Verónica Barbero, Carmen Perilli y Adriana Riva, con coordinación de Majo Bovi. Y a las 17.30 se presentará “Historia Argentina”, de Marcelo Ahumada, a cargo de Sebastián Nofal, Pía Cabral y Rodolfo Legname.

- Desde las 18 tendrá lugar “Contar el cuento norteño. El margen y lo siniestro en la literatura argentina”. Estarán Grimanesa Lázaro, Carmen M. Cáceres, Mariano Quirós y Verónica Barbero.

- Una actividad destacada estará a las 18.30, con “Políticas de la escritura. Riesgos en la literatura actual” y la participación de Ariana Harwicz, Juan Mattio, María Lobo y Guillermo Martínez. Coordina Ezequiel Nacusse.

- A las 19 será el “Cuestionario Proust”, con Exequiel Svetliza, Alejo Carbonell, Florencia Sabaté y Sol Osorio y Facundo Íñiguez en la coordinación.

- Y a las 19.30 se realizará la “Invocación a Leda Valladares”, con lecturas de Claudia Masin, Luciana García Barraza, Fabiola Orquera y Silvia Camuña.

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