25 Julio 2025
La ruta 315, también conocida como Camino del Perú, se ha convertido en una pesadilla. No es nuevo que el caudal de vehículos que circulan por la misma, sobre todo desde la intersección con las avenidas Belgrano - Perón hasta el ingreso a Tafí Viejo, ha crecido de manera exponencial, lo que la transforma en una de las más transitadas de la provincia. Pero fue concebida para una ínfima porción de los miles de vehículos que a diario circulan por la ruta, que abarca unos 12 kilómetros. Se encuentran allí camiones, ómnibus, camionetas, autos, motos, bicicletas y vehículos de tracción a sangre de manera incesante, volviéndola sumamente peligrosa y es una de las consideradas como zona roja por la Policía por la cantidad de accidentes que se producen.
Se trata además de una zona complicada entre jurisdicciones. Está enclavada entre tres municipios: San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y Tafí Viejo, pero es una comuna, la de Cebil Redondo, la que debe coordinar tareas de reparación, lo que conlleva también problemas, aunque se trate de un camino provincial.
En la traza, asimismo, está el complejo del club San Martín, un supermercado, la Sociedad Rural, tres escuelas y un colegio, fábricas y una estación de servicios.
Además se están proyectando nuevos barrios a la vera del camino, lo que presupone un mayor caudal de circulación. Hacia el lado de San José, para quienes quieren ir con destino a Yerba Buena, la mayoría de las calles están en muy mal estado, a lo que se suma que el trazado es muy complicado, por lo que aventurarse por allí tampoco es lo más aconsejable.
Para tratar de solucionar el problema del tránsito se propusieron varios proyectos. Desde uno pensado por Vialidad de la provincia, que incluía una multitrocha hasta una autopista de circunvalación que uniera Yerba Buena con la ruta 9 a la altura de la avenida Constitución. Ninguno avanzó por cuestiones financieras.
En horas pico, el tránsito por la ruta es imposible. En los últimos meses, consciente de esto, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán arregló algunos accesos a calles transversales para que quienes van hacia el sur puedan desviarse hacia barrios como Los Tarcos y Oeste II para descongestionar, pero eso no alcanza. Para peor, el último mes, en el kilómetro 8,5, en el acceso al barrio San Antonio de Padua, la Municipalidad de Tafí Viejo colocó un semáforo de cuatro tiempos que lo único que hace es ralentizar la circulación ya que, sobre todo cuando más tránsito hay, se debe esperar hasta dos cambios de luces para poder circular.
El semáforo fue pensado para permitir la salida de los vecinos del barrio, y de los camiones que abandonan una empresa ubicada a la vera de la ruta, pero termina complicando y mucho a los que circulan de sur a norte y viceversa. El camino requiere una solución. La inseguridad vial reina en la zona. Para evitar accidentes y dar mayor tranquilidad a los vecinos hace falta una respuesta del Estado.
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