TRABAJO EN EQUIPO. Axel Vázquez, Diego Racedo y Maya Ruiz, del Instituto Técnico Nº4 Juan XXIII, hablaron sobre la importancia de escuchar a sus compañeros y llevar propuestas reales a la mesa de debate. / LA GACETA, ANALIA JARAMILLO
Desde temprano, el Palacio de los Deportes se llenó de movimiento y entusiasmo. Más de 500 jóvenes de toda la provincia participaron hoy del primer Encuentro Provincial de Presidentes de Centros de Estudiantes Secundarios, un espacio para debatir problemáticas, compartir experiencias y proponer soluciones concretas. La actividad, organizada por la Secretaría de la Juventud con el apoyo del Gobierno provincial y la Legislatura, comenzó a las 8 y se extendió hasta las 17.
La convocatoria reunió a adolescentes de establecimientos públicos, privados, técnicos y experimentales de toda la provincia. La consigna fue clara: darles un lugar real para que sus voces se transformen en propuestas concretas que puedan llegar a la agenda legislativa. Por eso, el encuentro se organizó en mesas de trabajo con temáticas clave: educación, salud, empleo joven, género, cultura y orientación vocacional.
Las autoridades destacaron el valor de este espacio. El gobernador, Osvaldo Jaldo, participó en la apertura y celebró la promulgación de la Ley 9.966, que da un marco legal a los centros de estudiantes en Tucumán. “La política debe entenderse como sinónimo de planificación y transformación social”, dijo. El vicegobernador Miguel Acevedo reforzó la idea al afirmar: “Los jóvenes no son el futuro: son protagonistas de la historia”. A su vez, la ministra de Educación, Susana Montaldo, remarcó que “la escuela no solo enseña contenidos, forma ciudadanos activos”. Por su parte, Melina Morgenstein, secretaria de Juventud, explicó que este encuentro nació “de la demanda de los estudiantes que pedían ser escuchados”.
El compromiso que nace en las aulas
Entre las sillas del Palacio de los Deportes, la energía de los jóvenes se sentía en cada conversación. Francisco Isa, de 16 años, alumno del Instituto San José de Calasanz de Aguilares, lidera su centro de estudiantes con una determinación que contagia. “Siempre me gustó la política. Me gusta que los alumnos puedan expresar su voz mediante un voto o mediante un representante”, comenta. Su camino no fue fácil: perdió varias elecciones antes de fundar su propia lista, “Prosperidad”, con la que finalmente ganó con el 50% de los votos. “La prosperidad nos identificaba al 100%, porque apunta al avance y la innovación”, explica con una sonrisa.
LIDERAZGO. Francisco Isa, del Instituto San José de Calasanz en Aguilares, contó cómo creó su lista para representar a sus compañeros y generar propuestas que unan a los estudiantes. / LA GACETA, MARIA JOSE MONTEROS
Para Francisco, ser presidente estudiantil es mucho más que organizar actividades. “Queremos convertir el colegio en un lugar donde los chicos estén tranquilos y unidos”, dice. Su prioridad es fomentar espacios de encuentro como recreos integradores o actividades interturnos. “No creo que sea necesario gastar el dinero en cosas materiales… lo que nos va a quedar cuando nos vayamos del colegio son los recuerdos”, agrega.
Este rol también alimenta su visión de futuro. “Mi idea sería dedicarme a la política… pero sé que a veces no se puede todo y, si no funciona, tengo la abogacía como plan B”, confiesa. Inspirado por su padre, que trabaja en política, y por una prima abogada, Francisco ve en este presente un primer paso hacia su vocación. “Mis padres me apoyan porque saben que esto me hace bien”, asegura.
El liderazgo femenino en acción
Candela Pinilla, presidenta del centro estudiantil de la Escuela Técnica Nº 1 Juan Bautista Alberdi, tiene una visión clara sobre lo que significa ser representante. “Para mí, la escuela es mi primera casa. Paso más tiempo aquí que en mi casa”, dice con firmeza. Ese vínculo la llevó a postularse y a encarar una campaña intensa. “Estuvimos todos los días en cada turno de la escuela y los chicos vieron que estábamos interesados y activos”, recuerda.
COMPROMISO. Candela Pinilla, de la Escuela Técnica Nº1 de Juan Bautista Alberdi, destacó que su campaña se basó en la cercanía con los alumnos y en actividades para fortalecer la convivencia. / LA GACETA, MARIA JOSE MONTEROS
Candela asegura que liderar no siempre es fácil: “Al principio no me tomaban tan en serio, porque me veían como una compañera más. Pero con el tiempo demostramos que estábamos comprometidos”. Hoy, siente orgullo al ver que sus compañeros confían en ella para expresar inquietudes y resolver problemas. “Creo que lo que más me deja esta experiencia es resiliencia: aprender a levantarse cuando las cosas no salen como uno espera”, reflexiona.
“Vinimos a que nos escuchen”
El Instituto Secundario Técnico Nº 4 “Juan XXIII” llegó al encuentro con un equipo de representantes lleno de energía. Diego Racedo, presidente, Axel Vázquez, subsecretario de 16 años, junto con y Maya Ruiz, vocal de 15 años, integran un centro de estudiantes que se define por la cercanía con sus compañeros.
“Durante la campaña estuvimos todos los días en la escuela, en cada turno, preguntando qué querían los alumnos”, relata Axel. De esas conversaciones surgieron propuestas concretas como torneos deportivos, charlas y eventos de convivencia. “Llegamos a los chicos por la confianza y la humildad”, agrega Diego, quien inició la lista junto con Axel porque, además de ser amigos, querían “hacer que se escuche la voz de los estudiantes”.
Para ellos, el encuentro provincial representa una oportunidad única. “Es lindo venir a estos eventos en representación de la escuela y que se pueda escuchar lo que los estudiantes tienen para decir”, afirma Axel. Maya coincide en la importancia del objetivo principal: “Lo más importante es que cumplan con escucharnos; mientras hagan eso, todo está bien”.
Aunque algunos de ellos no proyectan un futuro en la política, reconocen que esta experiencia les deja aprendizajes valiosos. “No sé si me gustaría seguir por este camino, pero te deja muchas enseñanzas: saber escuchar, ayudar a tus compañeros y entender lo que necesitan”, reflexiona Diego. Alex, por su parte, cree que su lugar está en otro campo: “Me interesa la medicina, quizás odontología. Pero esto me enseñó a tener empatía”, concluye.
Soñar con transformar el presente
A lo largo de la jornada, los jóvenes intercambiaron ideas sobre cómo mejorar las condiciones en sus escuelas y cómo conectarse mejor con la sociedad. La propuesta de llevar sus conclusiones a la Legislatura se convirtió en un motor para pensar en grande.
“Los jóvenes animan a soñar con un Tucumán mejor”, dijo el gobernador Jaldo. Ese mensaje se reflejó en cada mesa de debate: los estudiantes compartieron preocupaciones sobre infraestructura, actividades culturales, inclusión, empleo joven y cómo las redes sociales influyen en su vida escolar.
Para Francisco, Axel, Diego, Maya y Candela, ser parte de un centro de estudiantes no es un título, sino una responsabilidad. Se trata de representar a los compañeros y convertir ideas en acciones concretas. “Queremos que los chicos se sientan escuchados y que el colegio sea un lugar donde quieran estar”, resume Francisco.
Aunque algunos de estos adolescentes no planean dedicarse a la política, todos coinciden en que la experiencia del centro de estudiantes les deja habilidades que los acompañarán toda la vida: liderazgo, empatía, escucha y trabajo en equipo. “Es más que un cargo: es aprender a tratar con la gente y saber lo que necesita”, asegura Axel.
La jornada en el Palacio de los Deportes deja un mensaje claro: la juventud tucumana está activa, tiene ideas y quiere que se las escuche. No son espectadores de lo que pasa en sus escuelas ni de lo que pasa en la provincia. Como dijo Candela, “tenemos que aprender a manejar lo que no sale como esperamos, pero lo importante es no dejar de intentar”.







