El sencillo hábito que puede reducir hasta un 40% el riesgo de muerte prematura, según la ciencia

La investigación, publicada en el British Journal of Sports Medicine, analizó los datos de 85 estudios previos que en conjunto incluyen a más de 8 millones de personas.

El sencillo hábito que puede reducir hasta un 40% el riesgo de muerte prematura, según la ciencia
19 Julio 2025

Adoptar un estilo de vida activo no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede alargarla de forma notable. Así lo confirma un nuevo y amplio estudio liderado por investigadores de la Universidad de Queensland (Australia), que concluye que mantenerse físicamente activo puede reducir hasta en un 40% el riesgo de muerte prematura.

La investigación, publicada en el British Journal of Sports Medicine, analizó los datos de 85 estudios previos que en conjunto incluyen a más de 8 millones de personas. El hallazgo más impactante: tanto quienes se mantuvieron activos a lo largo de su vida como aquellos que comenzaron a hacer ejercicio en la edad adulta lograron reducir su riesgo de mortalidad —en un 40% y entre un 20% y 25%, respectivamente—.

“Estos hallazgos son alentadores, especialmente cuando la actividad física constante no siempre es posible debido a las limitaciones de la vida”, explicó el doctor Gregore Iven Mielke, del Centro de Investigación en Salud de Mujeres y Niñas de la Universidad de Queensland. “Nunca es tarde para empezar. Cualquier movimiento, por pequeño que sea, suma beneficios a largo plazo”, añadió el especialista.

Este metaanálisis es el más extenso hasta ahora sobre el vínculo entre actividad física y longevidad. Sus resultados indican también que el ejercicio protege especialmente contra enfermedades cardiovasculares, reduciendo su riesgo entre un 30% y un 40%.

Los investigadores incluso plantean la posibilidad de que el cuerpo “recuerde” la actividad física realizada en años anteriores, un fenómeno que denominaron “ahorro bancario de ejercicio”. Aunque aún se necesita más evidencia, la hipótesis sugiere que los beneficios del ejercicio podrían conservarse en el tiempo, incluso si se interrumpe su práctica durante algunos periodos.

Sin embargo, el equipo enfatiza que el mensaje debe transmitirse con equilibrio: “Insistir demasiado en la constancia puede desmotivar”, advierte Mielke. “Lo importante es entender que no hace falta cumplir una rutina estricta para obtener beneficios: moverse, en cualquier forma, ya es positivo”.

La inactividad física es actualmente el cuarto factor de riesgo de mortalidad a nivel global. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos entre 2,5 y 5 horas de actividad moderada a la semana, o entre 1,25 y 2,5 horas si se trata de actividad intensa. También es válido combinar ambas intensidades.

Ruyi Yu, coautora del estudio, lo resume con claridad: “Incluso quienes no llegan a cumplir con las recomendaciones oficiales, pero hacen algo, ya están mejor que quienes no hacen nada”.

El mensaje clave es claro y esperanzador: no importa cuándo empieces ni qué tan poco hagas. El simple hecho de moverse —caminar, bailar, andar en bicicleta o subir escaleras— ya está marcando una diferencia positiva y medible en tu salud.

Así que si estabas esperando una señal para empezar, esta es la mejor que la ciencia podía darte: hoy es un buen día para moverte. Y tu cuerpo te lo agradecerá por años.

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