14 Julio 2025
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La mesa chica de la CGT tiene en mente reunirse en los próximos días para formalizar la convocatoria a sumarse el 7 de agosto a la marcha que desde 2016 realizan los movimientos sociales a la iglesia de San Cayetano, en Liniers, con la consigna “Pan, paz y trabajo”.
La dirigencia de la CGT, por un lado olfatea una oportunidad de desgastar a la Casa Rosada luego de la fuerte pelea del titular del Poder Ejecutivo con los gobernadores y la zozobra de los proyectos oficiales en el Congreso. Al mismo tiempo, quiere evitar que el ala dura sindical le quite terreno con protestas populares. Por eso la cúpula de la CGT tendría definido subirse a la marcha por San Cayetano para recuperar el reflejo opositor y darle un mensaje tanto al Gobierno como a sus rivales internos.
En medio de esas presiones internas, la CGT ratificó su decisión de que Gerardo Martínez participe del Consejo de Mayo, donde este líder sindical viene consensuando posiciones con el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, para impedir que el Gobierno tome la iniciativa con proyectos que pueden ser más ríspidos y controvertidos.
En principio, la CGT y la UIA plantearán una postura conjunta en relación a cómo evitar que se incrementen los costos locales por el impacto de los impuestos.
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