Bonos de carbono podrían dejar a fábricas argentinas de bioetanol U$S 126 millones

“El etanol tiene un enorme papel, ya que mezclado con las naftas sirve para disminuir las emisiones GEI a la atmósfera, causante del cambio climático en la Tierra. Citaremos datos logrados en 2020 al efectuar el balance térmico molar, para demostrar técnicamente la forma en que contribuye el etanol a esos objetivos”, indicó el asesor privado Franco Fogliata.

“En la ocasión se demostró que el etanol agregado al combustible reduce un 27,2% las emisiones del CO2 y el CO por cuanto en ‘moles’ las naftas poseen 2.072 gr/litro de ambos gases, en tanto el etanol solo 1.509 gr/l. La diferencia son 563 gr/litro y de allí el citado 27,2%. Las naftas emiten 210 grs. de CO2 por Km/litro (según Carta Petrolera) y restados el 28,2 % surgen 57,12 gr/l que ahorra el etanol, o sea 0,0571 Kg/CO2/Km/litro”, dijo.

Añadió que se puede relacionar todo ello con los bonos de carbono. “Esta política mundial surgió en 1997 con el Protocolo de Kyoto (Japón), donde 132 países (entre ellos, la Argentina) se comprometieron a disminuir las emisiones GEI. Nuestro país lo ratificó y sancionó luego la Ley 25.438”, indicó.

Señaló que el Banco Mundial maneja estas políticas y, para hacerlo atractivo a países y a empresas, fijó un precio en dólares para esos bonos, que están ligados a las toneladas de CO2 que dejan de emitirse. “El precio promedio está en U$S 2/tonelada CO2 equivalente en el mercado global, según ‘Carbón Neutral’. Pero lo más importante es que hay iniciativas para aumentar los precios de esos bonos y así alentar en la reducción de las emisiones”, dijo Fogliata.

Agregó que según la Agencia Internacional de Energía y para cumplir los objetivos del Acuerdo de París de 2015 -que mejora el protocolo de Kyoto-, el precio del carbono debería aumentar a U$S 75 y llegar a U$S 200 para 2030. “Actualmente hay empresas que llegan a U$S 25/t/CO2 equivalente. Así vemos que hay distintos valores en juego según el Club de París (CDP) en 2021. Pero en nuestro caso trabajaremos con los valores mínimos que dice el Banco Mundial -U$S 2/t/CO2-”, indicó.

Y explicó que llevados aquellos ahorros de emisión que produce el etanol en la mezcla, esos 0,0571 Kg/CO2/Km/litro y con el valor de U$S 2/t/CO2 resultan U$S 0,1142 Km/litro y multiplicado por 0,12 (12% mezcla) surgen U$S 0,0137 por litro. El país consume alrededor de 9,2 millones de m³ de naftas y entonces la cifra final de U$S 126.040.000 correspondería de resarcimiento a las empresas argentinas que elaboran bioetanol, si se encuadran en la política de los bonos de carbono”, precisó.

Añadió que analizando más en detalle lo que significa dicha política macroeconómica, el Banco Mundial señala que hasta ahora solo el 56% de la población mundial y el 68% de las economías están comprometidas en llegar a emisiones “cero” en 2050. “Para la lucha contra el cambio cimático, uno de los mecanismos utilizados, es la fijación del precio del carbono. Ello representa como objetivo marcar un rumbo hacia una economía baja en emisiones GEI”, dijo.

Subrayó que existe el sistema Emissions Trading System (ETS) establece un límite al nivel total de emisiones. “Así las empresas e industrias pueden vender sus emisiones sobrantes (o ahorradas) a emisores más grandes a un precio del carbono establecido. En América latina, hasta ahora México, Chile y Colombia lo están comenzando”, puntualizó.

Pero destacó que en estos días, e Tucumán apareció una acción parecida, que toma como base la fijación del CO2 por la caña de azúcar. “La iniciativa corresponde a una conocida empresa sucroalcoholera junto a la Universidad San Pablo-T. Según el Banco Mundial, en 2024, los ingresos globales provenientes de los instrumentos de la fijación del precio del carbono, superaron los U$S 100.000 millones. La conclusión es que el precio del carbono es una herramienta cada vez más utilizada por empresas e inversores para evitar más emisiones”, afirmó Fogliata.